Los clásicos no se juegan, se ganan. Como sea y con lo que sea. En esto, Unión fue una postal del orden y la concentración para vencer a Atlético de la Juventud Alianza en Santa Lucía y acomodarse en las posiciones de la Zona 5 del Argentino B. Fue victoria ajustada por 1-0 con un gol de Federico Acevedo. Con eso, le alcanzó al Azul para ganar algo más que un partido, que terminó muy caliente.

primero porque estuvo cerca de ser suspendido cuando invadió un hincha de Alianza cerca del final y luego, tras la finalización con unos incidentes que se originaron desde el banco de Unión.

En el inicio, como pintaba la previa, el duelo se instaló en el mediocampo y ahí fue donde Unión empezó a hacer su pequeña diferencia para terminar haciendo el negocio grande. Gizzi y Ariel Sánchez estuvieron cerca y obligaron a Coronel. La respuesta de Alianza fue a través de Paratore que definió solo por arriba pero a los 25', Javier Villaseca picó a la espalda de Pereira y de Berza, en una posición al menos dudosa, pero encaró, fue al fondo y metió el centro exacto para que Federico Acevedo definiera cómodo y sin dudar ante Coronel. Con el 1-0 a favor, Unión se acomodó para la contra y le dejó todo el peso al local. Pudo haber duplicado la ventaja Gizzi pero Coronel sacó su cabezazo al corner. La última de la primera etapa fue de Alianza y en los pies del pibe Avila, que definió de derecha obligando al rebote de Biasotti que Paratore no pudo convertir en gol.

En el segundo tiempo, la apuesta de Mauricio Lara fue a matar o morir. Cambió el esquema, defendió con tres y puso a Mauro Burgo para intentar darle profundidad a Alianza. Le costó. No pudo manejar mucho la pelota pero sobró coraje para arrinconar a Unión y generar algunas chances de empate. ¿Unión? Tranquilo, bien parado y apostando a esa contra que casi se le da cuando a los 33' el recién ingresado Marcelo Laciar metió su remate en el palo. Jugado, Alianza fue al frente. Con Uranga y Julián García en la cancha, apostó a atacar como fuera. Biasotti se agrandó ante Paratore y luego García y el propio Rubén Ceballos desperdiciaron sus chances. Alianza se quedó con 9 por las expulsiones de Ojeda y de Avila pero el tiempo ya le jugaba en contra y el clásico empezó a teñirse de azul solamente por la concentración, la contundencia y el orden para ejecutar un plan de partido sencillo.