Viajó hasta La Rioja con la necesidad de ganar. Allá, apretó los dientes, le metió un puñal mortal al local en la recta final del partido y logró el objetivo de traerse los tres puntos. Este Unión de Villa Krause sigue más vivo que nunca. No sólo se recuperó de aquella impensada caída ante Maipú en su casa sino que sumó puntos vitales para seguir prendido en la lucha por la única plaza directa de la zona a la B Nacional. El Azul le ganó 1-0 a Andino de La Rioja, con un cocazo del grandote Ezequiel Gaviglio, cuando iban 30 minutos del complemento. Y lo hizo con un jugador menos por ese entonces (su arquero titular Abadié había sido expulsado en el primer tiempo) y lo reafirmó en los emocionantes minutos finales en los que de nuevo sufrió otra expulsión (de González), por lo que terminó con nueve jugadores en cancha.

Podrán decir que la lógica le daba las mejores chances en el “Pozo de Vargas” riojano, porque el local marcha en la cola de la tabla, pero la misión no fue sencilla para el conjunto de Villa Krause.

El partido arrancó parejo, aunque siempre mostrando al equipo sanjuanino como más pensante y, a la vez, punzante. Entonces se empezaron a dar las situaciones de peligro sobre el arco del local. Pero a los 26’ se dio una situación complicada para el equipo dirigido por el Gino Laciar. Es que su arquero Abadié vio la roja cuando tuvo que frenar con la mano fuera del área un ataque local (ley del último recurso). Y el local, ni lerdo ni perezoso, se le vino al humo. El Azul aguantó la embestido y logró cerrar el primer tiempo con el tablero en blanco. En el complemento se rearmó y, de nuevo, empezó a tomar las riendas, convirtiendo al arquero local, el colombiano Sánchez, en la figura del choque. Pero, a sabiendas que sus mejores chances había sido cuando tiró centros al corazón del área rival, siguió con ese juego y encontró el premio. Fue a los 30’, cuando el grandote Gaviglio la mandó a guardar para cantar victoria.