Cada clásico entre River Plate y Boca Juniors constituye por sí mismo una historia fascinante pero hacía mucho que no se encontraban en circunstancias como las de esta noche, una eliminatoria sin retorno, en la que uno seguirá adelante y el otro se quedará afuera.
El partido de vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana de fútbol, en el estadio Monumental, comenzará a las 20.45 y será arbitrado por Germán Delfino, que por cierto está en la mira de todos y no por su culpa, sino por lo sucedido una semana atrás en la Bombonera.
El ataque de la facción disidente de la barra de River a integrantes del grupo que lidera la hinchada en la confitería del club sembró el temor por un posible nuevo enfrentamiento, pero desde el club y los organismos de seguridad descartaron modificar el operativo que ya estaba programado.
El partido de ida finalizó 0-0, de modo que el que gane hoy se clasificará finalista, si vuelven a terminar sin goles habrá penales y cualquier otro empate favorecerá a Boca, que en tal caso prevalecerá por el plus de los tantos logrados en condición de visitante.
Malo, sin lugar para ningún eufemismo, resultó el primero de estos Superclásicos. Pleno de interrupciones, fricciones, discusiones, con un arbitraje de Silvio Trucco que dejó mucha tela para cortar y con un ausente notorio: el fútbol puramente concebido.
El equipo de Marcelo Gallardo, que el domingo último, con suplentes, cedió frente a Racing la punta de un campeonato local que venía dominando desde el comienzo, contará con el retorno del delantero Rodrigo Mora, recuperado, en lugar de Giovanni Simeone y faltará, lesionado, Jonathan Maidana, a quien suplirá Germán Pezzella.
Además, River contará con el plus de tener como alternativa entre los suplentes a Fernando Cavenaghi, quien sumó minutos ante Racing luego de seis meses de inactividad y será una alternativa para el ataque.
Boca, que también con equipo mayoritariamente alternativo viene de imponerse a Independiente, no contará con Juan Manuel Martínez, que no volverá a jugar hasta el año próximo, y para reemplazarlo el entrenador Arruabarrena se decidió por Federico Carrizo. La noticia de la víspera fue que Andrés Chávez no completó la última práctica, por una molestia en el isquiotibial derecho y aunque se confía en que pueda estar, de no ser así lo reemplazará Gigliotti.

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