En un partido de la máxima categoría del rugby en Francia el pasado fin de semana, Ryno Pieterse, del equipo Castres Olympique, protagonizó una violenta jugada que conmocionó al mundo de este deporte. El sudafricano embistió de frente y a toda velocidad a Maxime Lucu, del Union Bordeaux Bègles, luego de que este pateara el balón. El brutal y peligroso derribo le valió la expulsión inmediata por poner en riesgo la integridad física de su rival, quien tuvo que ser sustituido.

Acabado el encuentro, que terminó en empate, Lucu tranquilizó a la afición con un mensaje por Twitter en el que aseguraba que se encontraba bien. Pieterse también recurrió a las redes sociales para pedir disculpas por lo sucedido. De acuerdo con medios locales, el jugador del Castres se arriesga a una suspensión de varias semanas por el comité disciplinario.