Una vez más, la plaza vacía. El hincha de Unión, aislado del lugar de los festejos. Metido en su casa, esperando una victoria, que nunca llegó para salir a celebrar. Florencio Carrizo, con su gorrita de Unión y su radio de mano junto a Gustavo Molla fueron los únicos que sintieron la tristeza en la plaza de Villa Krause. Ellos sufrieron los goles y relatos de Mario Castro en radio Colón. "No puede ser, se acabó el sueño", fueron las pocas palabras que pudo decir Florencio tras semejante desazón.

"Erramos muchos goles, no puede ser, ellos llegaron y la metieron. El arquero de ellos sacó todo", señaló Gustavo con bronca por la derrota, que lo dejó a Unión sin el tan preciado ascenso al Argentino A.

Las calles adyacentes de la plaza eran una soledad de hinchas. Un desierto de gente, que posterior al partido salió de sus casas a caminar. Muchos sin palabras, a fumarse un cigarrillo, a tomar una coca, algo fresco para pasar la calentura. "No me quedan ganas de nada, quiero llegar a mi casa a dormir para pasar la amargura", dijo Jorge López, que escuchó el partido en la casa de unos amigos. "Estoy orgulloso, toda la gente de Unión está agradecida a este plantel por todo lo que entregó", manifestó Daniel Vásquez.