El Mundial de Sudáfrica ya ha despedido a más de la mitad de los equipos, por lo que algunas de las estrellas del fútbol mundial que tenían esperanzas depositadas en el torneo como Samuel Eto’o, Didier Drogba, Frank Ribery y buena parte de los campeones italianos de hace cuatro años ya se están en casa. Sin contar la legión de ingleses con Rooney, Lampard, Terry y Gerard.

Alguno, como el francés Ribery o el camerunés Eto’o han vivido momentos de decepción en Sudáfrica tras haber estado muy bien en sus clubes en las campañas europeas que concluyeron en mayo. Otros, como los italianos, difícilmente encontrarán consuelo a sus éxitos en sus equipos con la debacle que ha vivido su Selección.

Además, para veteranos como Gianluca Buffon, Gianluca Zambrotta, Gennaro Gattuso, Fabio Cannavaro o Andrea Pirlo, todos campeones en Alemania 2006, el trance ha sido especialmente delicado pues no había peor forma de despedirse del Mundial que tras empatar con Paraguay y Nueva Zelanda, perder con Eslovaquia y ser últimos de grupo.

El capítulo de despedidas deja fuera del torneo también a entrenadores ilustres como el italiano Marcelo Lippi y a otros que no gozan de tanta consideración como el francés Raymond Domenech, cuya destreza para resolver los problemas de su selección no ha destacado en este Mundial.

El sueco Sven Goran Ericksson (Costa de Marfil), el clásico del fútbol danés Morten Olsen, los alemanes Otto Rehhagel (Grecia) y Ottmar Hitzfeld (Suiza), el colombiano Reinaldo Rueda (Honduras) y el serbio Radomir Antic, conocedor como pocos del fútbol español, también están en la lista de los que se han marchado a casa.