No hay merecimientos en el fútbol, hay goles, que se hacen o se sufren. De eso Vélez puede dar fe, porque seguramente el partido en Liniers no fue lo que había imaginado en la previa. Deportivo Cali salió a buscar el resultado e incluso, principalmente en el primer tiempo, lo arrinconó contra el arco de Hoyos. Pero apareció Almada...

El Fortín tiene en Thiago a una joyita, no es ninguna novedad. Es más, el pibe de 19 años ya venía de ser clave en las otras serie de la Copa Sudamericana, ante Aucas y con Peñarol. Y ahora otra vez.

Es cierto que las decisiones del juez chileno García y del VAR le jugaron a favor en un momento determinante. Sobre el final del primer tiempo, aún con en el marcador 0-0, en unos pocos minutos el equipo local pudo quedarse sin su arquero (figura en el final atajando un penal) y perdiendo. Jhon Vásquez fue el gran protagonista: primero porque recibió un golpe de Hoyos que era para expulsión y, después, porque le anularon un gol inexplicablemente.

En el segundo tiempo, los de Mauricio Pellegrino crecieron un poco, siempre con Ricky Álvarez manejando los hilos y con un buen partido de Ortega y de Janson, quien tuvo las más claras y hasta le anularon un gol por offside de Abram. Pero la magia, el toque distintivo, fue de Thiago Almada...

El pibe de Fuerte Apache, que desde hace rato se destaca e incluso ya generó que varios clubes europeos lo sigan de cerca, le alcanzaron algunos flashes de su talento para marcar un doblete que le da aire, bastante aire a su Vélez.

Fuente: Olé