Vélez Sarsfield tuvo anoche todo en su favor para prevalecer en el juego de ida por los cuartos de final de la Copa Sudamericana, pero se quedó, especuló y lo pagó caro, ya que la Liga Deportivo Universitaria de Quito le arrancó un sustancioso 1-1. Al de Liniers le pasó prácticamente lo mismo que en la fase anterior, con la salvedad que aquella vez logró ganarle a Unión Española y después consiguió la clasificación en Chile.

El equipo de Gareca consiguió ponerse pronto en ventaja por intermedio de su artillero uruguayo Hernán Rodrigo López, pero los ecuatorianos obtuvieron el 1-1 por intermedio del argentino Claudio Bieler.

Vélez logró un tanto tempranero y tuvo un comienzo muy auspicioso. Se mostró lúcido en los primeros minutos de juego para ganar metros y arrimarse con peligro al arco visitante.

Por el contrario, la Liga tardó en asentarse sobre el campo de juego, estuvo sumamente desordenada en el inicio del cotejo y en una jugada inspirada Vélez encontró la ventaja. Cristaldo se metió en el área por la derecha, tras una pared con López, y envió un centro pasado para la entrada de Moralez, quien de cabeza asistió al delantero uruguayo para que con otro frentazo decretara el 1-0.

Tras ese gol, el conjunto velezano especuló y le cedió la iniciativa a los visitantes para intentar ampliar la diferencia de contragolpe.

A pesar de la falta de profundidad de los dirigidos por Jorge Fossati, a Vélez le costó generar réplicas y más aún situaciones de peligro, por lo que se vio un espectáculo bastante deslucido.

El arma utilzada por la Liga para poder desnivelar fue la pelota parada. A los 41′ tuvo una chance tras una falta de Otamendi a Reasco. El tiro libre cercano al área lo ejecutó desde la derecha Araujo y Bieler, en el centro del área, cabeceó sin marcas para ubicar el balón junto al palo izquierdo de Germán Montoya. Esa jugada de los de Quito fue mal anulada por el asistente número uno Ednilson Corona, ya que el delantero se encontraba habilitado.

En la segunda parte el anfitrión salió con una actitud nuevamente agresiva, en el mejor sentido que se le puede aplicar a la palabra, pero en su primera llegada la Liga concretó el empate.

Bieler peleó por la pelota con la ambición que lo caracteriza y desde el suelo batió a Montoya.

A partir de ese momento Vélez pasó a jugar con el reloj en contra y sumó futbolistas en posiciones ofensivas, pero los de Fossati lograron resistir.

Lo concreto es que Vélez se quedó con mucho menos de lo que calculaba y la Liga se fue con la sensación de tener las manos llenas.