Veléz cortó una racha de cinco partidos sin triunfos tras vencer 2-1 al colista Arsenal. El equipo de Liniers salió a buscar la victoria desde el inicio y en su primera llegada marcó por intermedio de Amor. Apenas un par de remates de Silva sobre el final generaron cierta incertidumbre en el público local. Y esa sensación se convirtió en realidad en el segundo tiempo, cuando Silva, de cabeza, empató.

Pero 180 segundos más tarde se produjo “la jugada del partido” cuando Delfino -equivocadamente- cobró penal y expulsó a Valencia por una mano del zaguero dentro del área. Sin embargo ni el árbitro ni el línea Iván Núñez vieron que la mano fue del delantero de Vélez, Pavone.

Entonces, Delfino -a instancias del cuarto árbitro Lucas Comesaña- retrotrajo la jugada, anuló sus dos fallos (el penal y la tarjeta roja) y amonestó a Pavone.Hasta ahí todo era correcto y legal, aunque la realidad es que Comesaña -y por ende Delfino- se apoyó en la imagen televisiva (por un camarógrafo que estaba dentro del campo de juego) para revertir la decisión. Pero Delfino explicó la jugada una vez finalizado el partido: “Veo una mano arriba. Todos protestan. Por eso le pedí calma a los jugadores. Ahí consulté al línea y tomé la decisión. El procedimiento fue horrible. Son cosas que no pueden pasar. Y hasta que no se reanuda puedo cambiar. Modifiqué el fallo por un aporte de mis colaboradores”, detalló. Luego, a los 34’, Delfino sancionó un penal que Caraglio lo cambió por gol.