Con una filosofía de juego clara, el Vélez del Gringo Heinze sigue sumando de a tres en la Superliga. Esta vez, derrotó por 1-0 a Atlético Tucumán en el Amalfitani e hilvanó así su tercera victoria al hilo para ponerse a cuatro del líder Boca y soñar con ser protagonsita en la actual Superliga.

Desde el inicio, el local asumió el protagonismo como lo hace habitualmente. Pelota al piso, salidas limpias con Gago o Giménez, haciendo ancho el campo para la penetración de los wines y rápida recuperación de la pelota mediante la presión. Así, se hizo dominador de la pelota ante un rival prácticamente sin respuestas para contrarrestarlo y sacó la diferencia a los 18 minutos mediante una vieja ley futbolera: dos cabezazos en el área grande y gol de Janson.

Si bien el equipo de Heinze se mostró siempre peligroso para la defensa tucumana, por momentos perdió el amplio dominio de balón mostrado en la primera parte. Además, careció de buenas resoluciones en los metros finales para ampliar la ventaja y sufrió un poco en el cuarto de hora final, con una de Lotti que se fue apenas arriba del travesaño. Igualmente, lo mostrado por el equipo de Zielinski está aún lejos de lo realizado tiempo atrás. Claro, debe adaptarse a los cambios sufridos dentro del plantel para esta temporada.

Crece Vélez en el torneo local y ahora se le vendrá un desafío más que interesante: el domingo vistará al River de Gallardo en el Monumental.