Juan Sebastián Verón le dio claridad al seleccionado argentino, dentro y fuera de la cancha, y sus declaraciones pueden marcar un paso que algunos compañeros intentaron seguir. El capitán y símbolo de Estudiantes de La Plata le puso una pausa al escándalo del miércoles, tras la clasificación al Mundial de Sudáfrica en el estadio Centenario de Montevideo, del que también participaron los jugadores.
En el vestuario y dentro de la cancha después de la victoria ante Uruguay por 1-0, los cantos contra el periodismo fueron de jugadores y cuerpo técnico, impulsados principalmente por Miguel Angel Lemme, cuya actitud en cualquier lugar del mundo sería castigada, pero seguramente será premiado en Argentina.
Pero Verón paró la pelota, dejó claro que Maradona estuvo mal con sus expresiones, no por pensar que hay un sector de la prensa que lo ataca en forma malintencionada, porque eso de hecho sucede, sino por las formas.
"Yo creo que hay maneras y maneras de referirse y decir las cosas", señaló Verón en declaraciones televisivas y radiales.
Apenas terminado el partido, con las pulsaciones a mil, Verón también fue claro y no se sumó a la locura general y ayer volvió a mostrar la misma actitud.
El arquero Sergio Romero, quien se ganó la titularidad en el mundial, fue cauto y explicó las causas que llevaron a tal desahogo.
"Yo sé que las cosas no me salieron como quería", agregó Lío en tono autocrítico. "La verdad es que sufrimos, quizás podríamos haber hecho las cosas antes, pero tuvimos que llegar al último partido", reconoció Messi, quien dijo no sentirse afectado por las críticas que recibió en los últimos días de la prensa argentina.
"La verdad es que duele cuando dicen que los que vienen de afuera no dejan todo, porque se viajan muchas horas, se aleja de la familia y todo para estar acá, tratando de hacer las cosas bien", explicó Romero.
"Hoy estamos muy contentos, felices, esto es inigualable. Pudimos clasificar al mundial y ahora hay que trabajar pensando en Sudáfrica", agregó.
Por su parte, el volante Angel Di María, puso argumentos similares a los de Romero para explicar el malestar de la prensa y también marcó que deben mejorar en un montón de aspectos.