Ezequiel Videla y Raúl Damiani son dos ex jugadores de San Martín. El primero fue una de las figuras en el ascenso del Verdinegro el año pasado. El otro lució la cinta de capitán del equipo de Concepción cuando estuvo. Ayer, la gente de Desamparados casi como que los ignoró por ese pasado. Sólo a Damiani lo silbó tibio al principio pero después se olvidó. Ellos, en la cancha, demostraron que son fundamentales en el esquema que plantea el DT Franco. Especialmente el volante de contención, que se las juega a todas y también interviene en el armado. Después del partido, ambos salieron felices desde el camarín visitante. Inclusive Videla tuvo tiempo para saludar a su esposa y a su pequeña hijita Ami (dos años y medio), que lo abrazó con ternura. “Teníamos que ganar y lo conseguimos. Por suerte el partido se abrió rápido. Ellos (por Desamparados) tuvieron algunos problemas en defensa y nosotros lo supimos aprovechar. Igual fue un partido intenso. Estamos en un buen camino pero todavía no logramos nada. ¿Si miro lo que hacen los otros equipos ahí arriba en la tabla? Me importa más lo que hacemos nosotros y ganando no hay ni que pensar en los que están al lado”. Sobre su pasado en el Verdinegro dijo: “San Martín es una etapa inolvidable en mi vida. Logré un ascenso y todavía vivo esa alegría. Espero ahora repetir con Instituto”.
Damiani, a su vez, muy educado como siempre, aclaró: “En la B Nacional todos los partidos son difíciles. Hoy ganamos bien pero no hay que relajarse. Tenemos que trabajar para el partido que viene. Igual, me voy feliz”.

