El punto final para el triunfo de UPCN derivó anoche en una situación inesperada en el Aldo Cantoni, debido a la tranquilidad que había reinado en el campo de juego durante la primera final de la Liga. Es que el festejo del centra local, Petar Krsmanovic, fue tomado por algunos jugadores de Bolívar como una provocación y entonces se dio un cruce picante por debajo de la red entre el serbio y su colega, Pablo Crer, y el armador, Maxi Chirivino.
Cuando la calma parecía llegar y los 4.500 sanjuaninos que estuvieron en el estadio celebraban el triunfo, se desvirtuó todo. Es que el preparador físico de UPCN, Leandro Lardone, quien observa los encuentros detrás de la cancha junto a los estadistas de los Cóndores, ingresó al campo de juego y empujó al capitán de Bolívar, Guillermo García, quien estaba saludando a los rivales locales.
El ‘profe’, quien en febrero del 2014 tuvo un fuerte encontronazo durante el Sudamericano con el central Junior cuando éste jugaba en UPCN, fue entonces controlado por el técnico rival, Javier Weber, quien intentó que todo no pasara a mayores. Pero García no tuvo la misma idea y por eso fue a buscar varias veces a Lardone, mientras éste también pretendía quedar mano a mano con él. De hecho, tras calmarse un poco la situación en el campo, ambos se fueron casi a la par a los vestuarios con la idea de cruzarse nuevamente, aunque la intervención de otros integrantes de los planteles lo frustró.
Fue una mancha grande en el cierre de un partido donde la paz fue el denominador común. Pese a ser un clásico, tanto dentro como fuera de la cancha, no hubo ningún altercado mayor. Claro que tras el 3-1 la historia mutó de manera inesperada.

