Ni bien pasó la línea de llegada el ganador de la tercera etapa, Gabiel Juárez, los tradicionales altavoces que acompañan al ciclismo en cada competencia, anunciaban que el dueño de la clasificación general, de la segunda edición de la Vuelta Ciclista a Valle Fértil, era ni más ni menos que Oscar Alberto Villalobo (Forjar Salud). Desde ese momento todo cambió. Los vallistas, que educadamente habían ocupado su lugar detrás de las vallas, rápidamente salieron a su encuentro, con la intención de inmortalizar ese momento. El zondino logró imponerse a su compañero de equipo, Emanuel Saldaño, por haber sido 12 centésimas más rápido en la crono del día sábado, ya que los dos ciclistas terminaron la prueba con el mismo tiempo total. El tercer lugar de la general lo completó el piquetero Luciano Montivero. Esto se dio gracias a que el catamarqueño Darío Díaz, quien era el líder de la carrera antes de largar la última etapa, y los tres que lo seguían en la clasificación general, ayer perdieron más de cuatro minutos con respecto al pelotón de vanguardia y fueron desclasificados por los comisarios de carrera. Tal cual lo indica el reglamento, ya que el final de la carrera se daba en un circuito.

Oscar Villalobo, el ídolo de grandes y chicos. El mismo que hace una década llena los corazones de miles de sanjuaninos, que domingo tras domingo, alientan a la vera de la ruta el paso de la caravana multicolor, desató una fiesta en el Valle con su triunfo.

Los 300 metros que separaban la movilidad del equipo Forjar, donde se había parado Villalobo, hasta el podio fueron interminables. En ese trayecto, todos buscaban sacarse una foto, poder abrazarlo y hasta pedirle que vuelva el próximo año. La frase que más se escuchó en el caluroso y húmedo medio día en Valle Fértil fue "Grande Oscar, sos mi ídolo".

La crono del día sábado había dejado una clasificación general muy apretada, en la que varios ciclistas, de los equipos más grandes de San Juan, tenían serias chances de quedarse con la Vuelta.

Esto sumado a que en el último tramo de la prueba se disputarían tres Metas Bonificadas, hacia que las acciones estuvieran mucho más abiertas. La última etapa, que viajó hasta Astica y luego hizo cuatro giros en San Agustín, empezó con un altísimo promedio. Algo que fue letal para varios pedaleros que no aguantaron el ritmo y de a poco fueron perdiendo rueda. Llegando a la primera emoción intermedia de la competencia, en el Río Las Tumanas, fue el Chino Saldaño quien logró sacarle una pequeña luz de diferencia al grupo y así ganar tres segundos de bonificación. Pero su intento de fuga no llegó a buen puerto y fue absorbido por el pelotón.

El promedio de carrera superaba los 50 km/h, lo que hizo que pocos intentaran buscar la heroica. Cuando se acercaban a Astica un grupo de ocho ciclistas se escapó del pelotón, para pelear los segundos de bonificación. En ese reducido grupo vanguardista se encontraban, Oscar Villalobo, Juan Gaspari y Luciano Montivero entre otros. Pero fue el zondino quien pasó en primer lugar la línea y con esos segundos a su favor empezó a consolidar el triunfo. Al mismo tiempo que Darío Diaz empezaba a ver cómo sus chances de seguir con la malla líder se diluían sin poder hacer nada. Es que el catamarqueño no pudo salir a rueda de los escapados y cuando lo intentó ya era tarde.

Ya en los 20 kilómetros finales, a los ocho punteros se le agregaron otros hombres. En ese grupo llegaron, Emanuel Saldaño, Ricardo Julio y Sergio Montivero.

Al entrar al circuito en San Agustín, el Pato Montivero, con todo el aliento de los piqueteros que se habían acercado, intentó sacar diferencia y fue así que ganó la última bonificada, aunque su esfuerzo sólo le sirvió para terminar tercero en la general.

El final de la carrera se dio con una sorpresa, el triunfo del riojano Gabriel Juárez. Pero también con una alegría, que colmó todo el Valle, el triunfo de un ídolo: Oscar Villalobo.