La tarde empezaba a ser noche y el Monumental daba su veredicto en la voz de los 70 mil fanáticos que lo pusieron a pleno: "Equipo chico, la p...", atronó como sonido de ambiente para cerrar el primer River-Boca post final en Madrid del año pasado. Fue de los peores superclásicos de los últimos años, con no más de tres chances netas de gol para ambos equipos en los 90". Gustavo Alfaro lo pergeñó así y Marcelo Gallardo seguramente también. Lechuga no se puso colorado al plantar un equipo mezquino, que si le decían de firmar el empate antes de ingresar al césped lo hacía.

Las bajas por lesiones fueron un condicionante, pero también el DT de Boca demostró claramente cuál es su idea para dejar atrás la supremacía de River en los últimos tiempos.

Una muestra de la intención del xeneize se dio a los 23" del complemento. Alexis Mac Allister tomó el balón en su campo y recorrió 20 metros. Miró a un lado, miró al otro, y notó como ningún compañero había cruzado la mitad del campo. ¿Conclusión? Le quitaron la pelota. Boca ayer hizo el "partido perfecto" para su DT. Se mostró corto y no brindó espacios. Claro, salvo un tiro libre con cierto riesgo de Carlos Tevez, jamás inquietó a Franco Armani.

Fue una muestra de lo que hará, probablemente con otros protagonistas, en la ida por las semis de la Libertadores en octubre. Buscará primero el cero en su arco y no dudará en meter la cola contra el arco que tan bien cuida Esteban Andrada. Lo hace tan bien que ayer alcanzó el récord del club sin recibir goles en partidos oficiales de manera consecutiva con 869" superando en ese ítem a esa leyenda llamada Antonio Roma.

Si bien el local lo buscó por todos lados, tuvo una tarde anémica de ideas y generación de situaciones claras. La impotencia se tradujo en como mucho dos opciones netas. Y así el hincha se la "agarró" con el planteo de los primos. Nacho Fernández, de lo mejor en un partido que se olvidará en horas, fue más allá con su chicana post 0-0: "Vinieron a esto. El único que lo quiso ganar fue River", sostuvo y fue más allá de cara al primer chico en el Monumental: "No creo que vayan a cambiar mucho".

El legado del Mellizo a nivel táctico terminó de desaparecer ayer. Guillermo tuvo muchos errores bajo su mandato en Boca, pero es difícil recordar un planteo de esta índole en un súper. Al contrario, a veces se lo fustigó por el exceso de ambición ante un equipo de Gallardo que lo tenía "medido". Algunas cifras. River predominó de manera lógica con la posesión del balón: 63% a 37%. La Banda lanzó 26 centros y el xeneize 14. ¿Los remates? El local 17 (5 al arco) y la visita 5 (4 al arco).

Haberse quedado sin punta para Boca es apenas un detalle. En la "prueba" que hizo Alfaro de cara a la Libertadores seguramente salió muy conforme. Habrá que ver cómo Gallardo, una vez más, se las arregla para prevalecer en el duelo táctico. Ayer, por caso, ya notó que la historia será muy diferente a la que vivió ante el Mellizo.


El cambio
 

Gallardo torció buena parte de la supremacía de Boca desde que asumió en 2014. Con el de ayer lo enfrentó como DT en 25 ocasiones con este balance positivo: 12 victorias, 6 empates y 7 derrotas, para un 56% de efectividad. Con el plus de haberle ganado tres duelos mano a mano.

Ventaja

11 Los partidos que le lleva de diferencia en el historial Boca a River (134 a 123), contando todos los partidos desde el primero que tuvieron en 1908.