Impotencia. San Martín buscaba y buscaba. Quería el triunfo y cuando menos lo esperaba, repitió esa película de terror de los finales. Y Estudiantes no s elo perdonó. Lo esperó y lo golpeó para darle final al ciclo de Forestello.

 

Con ratitos, no alcanza… Con regalar todo un tiempo, menos. San Martín terminó con las manos vacías y lleno de interrogantes en su estreno como local en San Juan, perdiendo en el descuento ante Estudiantes de Caseros por 1-0, con el plus de haber jugado 40 minutos con un jugador de más. Demasiado como para que el golpe no sea tan grave y para que los efectos colaterales tengan dimensiones aún inimaginables. Tal vez, una crisis prematura porque la Primera Nacional recién comienza pero las cuentas no terminan de cerrar en Concepción. Fue caída, inesperada. Dura. Demoledora desde el resultado, desde el funcionamiento y desde lo anímico. Todo complejo. Un castigo grande que llegó mucho antes en un escenario que preocupa. Con el costo terminal de la sorpresiva renuncia del técnico Ruben Forestello, quien dolido y golpeado por la derrota, decidió dar el paso al costado.

Y es que la condena de San Martín terminó siendo el propio San Martín. Un primer tiempo para el olvido, con poca generación, con mucha voluntad pero con escaso vuelo como para encontrar la fórmula que pusiera al Verdinegro en la senda correcta en esta Primera Nacional. Sin juego por los costados, con apenas un par de destellos iniciales de Martín Bravo, San Martín fue perdiendo lucidez en esa primera parte. Gelabert no podía generar, Barinaga estaba absolutamente perdido y Palacios Alvarenga condenado a verla pasar. Estudiantes hizo la suya. Orden, marca, prolijidad. Con esos argumentos, potenció los errores de un San Martín que vio algo de luz en el complemento.

Es que Forestello cambió. De nombres, de esquema. Afuera Palacios Alvarenga, Barinaga de nueve y a buscar. Fueron los mejores 15 minutos de San Martín en esta temporada. Barinaga metió un bombazo en el travesaño, Monteseirin tuvo sus chances pero no entró. A los 11" Tobías Albarracín se fue expulsado y parecía que San Martín, con uno más, podía tenerlo a mano para ganarlo. Lo apretó, lo presionó. Tuvo sus chances pero las desperdició y ahí, se terminaron las ideas. Estudiantes se reacomodó. Empezó a cerrarse. Lo dejó venir a un San Martín enceguecido y cuando la tuvo, no lo perdonó. Hubo un penal de Barrios a Campana que el árbitro Nazareno Araza ignoró. Fue un llamado de atención. Se podía venir lo peor y cuando llegaron esos 6 minutos de descuento, se desmoronó todo en Concepción.

De un foul intrascendente, Estudiantes sacó la lotería. Llegó el centro, la peinaron y Melo apareció más que solo para enmudecer el Pueblo Viejo. Era el beso de la muerte. El golpe final para un ciclo nuevo en este certamen pero que tenía arrastre desde la Superliga pasada. Era la crónica anunciada de un nuevo ciclo de Forestello en San Martín. Se terminó cuando nadie lo esperaba. No fue una derrota nomás. Fue un antes y un después para un equipo que no tiene respuestas.

El próximo

Domingo en Santiago

En la tercera fecha de la Zona A de la Primera Nacional, San Martín jugará el 1 de septiembre en Santiago del Estero frente a Mitre de esa provincia a partir de las 20 según está definido.

Las claves

  • Impotencia

San Martín se vistió de eso. Desde lo futbolístico, no jugó el primer tiempo y tampoco le alcanzó lo que generó en el complemento. Una presentación en falso con alto costo.

  • Reacciones

El golpe de perder como local pese a ser el segundo partido de la temporada terminó arrastrando el ciclo de Forestello que nunca pudo terminar de consumar una propuesta.

  • Orden

El principal atributo de este Estudiantes que fue verdugo de San Martín fue no desordenarse jamás. Ni cuando lo empataba ni cuando pasó a ganarlo.

 

Más sanjuaninos en cancha

 

 

El debut de Matías Giménez en la Primera Nacional terminó entregando una imagen que San Martín extrañaba: la de tener sanjuaninos en cancha. A Nicolás Pelaitay y a Francisco Alvarez que ya habían jugado en Córdoba, ahora le tocó el momento al pibe Giménez que venía haciendo las cosas más que bien en toda la pretemporada y ahora, le dieron la chance.