Lo que ayer debía ser simplemente una práctica de pelota detenida, derivó en un cambio inesperado en el equipo titular que tenía pensando Darío Franco para recibir mañana a Aldosivi, a las 21. Es que más allá que Diego Sosa hizo todo el entrenamiento de forma normal e incluso se trabajó una jugada saliendo él desde el fondo, tras la práctica charló con el DT y le comentó que lo seguía molestando la contractura en el abductor izquierdo que padece y que incluso lo obligó a salir en Jujuy. Entonces, Franco no dudó y decidió que el zaguero ni siquiera concentre. De esta forma el que toma su lugar es Pablo Melo, titular hasta la séptima fecha cuando el equipo perdió el invicto ante Chacarita, justamente con un gol en contra del charrúa, y que siempre que le tocó jugar cumplió muy bien.

-¿Cómo toma esta nueva chance de ser titular?

-Es un poco negativo que sea por la lesión de un compañero como Diego, pero es lo que estaba esperando desde que salí del equipo. Estoy convencido que voy a responder porque jamás dejé de prepararme correctamente. Entrené al ciento por cien como siempre y voy a responder.

-¿Le molestó dejar el equipo justo después de que el equipo perdiera y usted marcara el gol en contra?

-En su momento me molestó. Lo hablé con el técnico y él me explico los motivos de su decisión. Estaba teniendo un buen rendimiento y lo del gol fue una fatalidad. Estoy seguro que si ese partido lo empatábamos o ganábamos, yo no dejaba el equipo.

-En su carrera siempre fue titular, ¿de qué manera manejó esta situación inédita?

-Lo mejor que pude, aunque resultó muy duro. No estaba acostumbrado y al principio no me lo tomé de la mejor forma. Con el paso del tiempo, uno va viendo las cosas de distinta manera. Pero siempre supe que debía trabajar con todo para tener otra chance y demostrar porque estoy acá.

A diferencia del inicio del torneo cuando Melo jugó de seis en una línea de cuatro defensores, esta vez el pelado lo hará de stopper por derecha. "En los once años de mi carrera, prácticamente en ocho jugué en una línea de tres defensores, aunque casi siempre de líbero. Por eso digo que para nada es un problema este cambio", subrayó el futbolista de intimidantes 1,82 metros de altura y 97 kilos que bien le valieron el apodo de la "Mole Melo" por su parecido con el boxeador cordobés.

La recta final para San Martín en este año, con tres de los cuatro partidos en Concepción, es clave para el charrúa quien remarcó que "arrancamos muy bien hasta la décima fecha y después nos vino un bajón lógico en un torneo tan largo como este. Es clave cerrar bien la rueda para tener un buen colchón de puntos para el año que viene, que es cuando el margen de error es prácticamente nulo".