"Voy a volver a jugar" Esa es la frase que repite y conmueve. Es la obsesión que moviliza la nueva vida de Wilson Ruarte, el defensor de Del Bono, que tras el tremendo accidente que sufrió, regresó por fin a la Esquina Colorada para recibir en carne propia el amor de todo el pueblo Bodeguero, de sus compañeros y de sus rivales. Lo hicieron llorar, lo hicieron sentir más vivo que nunca. Y después, sentado en una de las cabinas, habló de lo que quiere: "Tengo esta oportunidad de estar vivo y soy agradecido de Dios. Ahora tengo que terminar con unos estudios pero apenas tenga el OK médico me pongo a entrenar. Yo del fútbol no me voy a ir. Perdí 20 kilos y hay que trabajarlos para recuperar además de ver lo del equilibrio. Se que hay prótesis que se pueden usar pero yo se que voy a volver a jugar al fútbol. De eso no tengo la más mínima duda. Aprendí mucho con todo esto y mi hija es la razón de mi vida. Pero lo mío es la cancha, jugar, ser futbolista y voy a volver porque nunca me entrego".