Corriendo con la cabeza fría y empujando sus piernas con el tremendo corazón que habita en su pecho, el sanjuanino Daniel Zamora, integrante del equipo de la Agrupación Virgen de Fátima que defiende los intereses del Shania Competición, se mantuvo al frente en la Vuelta de Mendoza, luego de cumplirse ayer la etapa reina, el ascenso al Cristo Redentor, tramo que fue ganado por el costarricense Román Villalobos, quien corre para el equipo de la Municipalidad de Guaymallén.
El ciclista “Tico”, que el año pasado fue segundo en la Vuelta de su país y tercero en la de Guatemala, fue el más rápido para coronar la cima a 3.854 metros sobre el nivel del mar, con un tiempo de 5h10m04s. Esta victoria parcial en el tramo, cuyos últimos nueve kilómetros se transitan sobre ripio, le permitió al centroamericano acortarle considerable distancia a Zamora (de 1m50 bajó a 16s).
El pedalero rawsino, de 25 años, arribó tercero con el mismo tiempo de su comprovinciano, el joven pocitano Diego Tivani (Forjar Salud) a 1m20s del ganador, quien por haber ganado una meta de montaña y haber sido segundo en otra, más la bonificación de la etapa, estiró a 1m34s la distancia descontada.
Villalobos, logró una buena diferencia desde que se escapó en Horcones. Luego de superar Las Cuevas. En ese tramo de la prueba, Zamorita inició una persecución con el Lobito Gabriel Brizuela, David Talavera, Patricio Almonacid, Juan Pablo Dotti y Diego Tivani. El grupo se fue desmembrando a medida que subían. El viento fue protagonista excluyente en el tramo. Los acompañó desde la salida en Potrerillos, siempre de costado y de frente, nunca de cola.
En un mano a mano con los caracoles que llevan hasta el Cristo Redentor, con la presencia de tierra suelta en el camino y esparcida por el ambiente, Román Villalobos ganó la etapa, pero no le alcanzó para desbancar a Zamora, quien esta tarde, con el apoyo de todo su equipo intentará conservar la malla líder en los 119 kilómetros que se disputarán con un circuito alrededor del Parque General San Martín, en una etapa dura y difícil donde la gloria premiará al más fuerte, el sanjuanino la tiene al alcance de la mano.