El tenista marplatense Horacio Zeballos tuvo ayer su tarde soñada en Viña del Mar al vencer al español Rafael Nadal por 6-7 (2), 7-6 (6) y 6-4 y abrazar así el primer torneo ATP de su carrera.
“Jugué el mejor partido de mi vida”, dijo Zeballos (73 en el ranking mundial) tras la consagración, en una frase que resume lo que hizo este domingo en la definición del certamen chileno y ante el mejor tenista de la historia en canchas lentas.
Fueron dos horas y 46 minutos de un tenis de altísimo vuelo, con Nadal (5) en muy buen nivel, pese a que el de Viña del Mar fue su primer torneo luego de siete meses sin competencia por lesión, y con Zeballos desplegando un amplísimo y muy efectivo repertorio.
Todo bien hizo Zeballos, ya que tuvo un muy alto porcentaje de primeros servicios y logró lastimar tanto con su drive como con su revés, además de tomar muy buenas decisiones en los momentos clave del juego.
El marplatense sabía que necesitaría de una de las mejores tardes de su carrera para lograr imponerse a Nadal, y así fue. Zeballos decidió disfrutar cada instante del partido más allá del resultado y eso se tradujo en la soltura con la que jugó durante todo el encuentro.
Tanto fue así que en momentos límite del tercer set, mientras descansaba en un cambio de lado, Zeballos movía sus piernas y sus hombros al ritmo de la música que sonaba en el estadio.
Zeballos no olvidará jamás este domingo, en el que se convirtió en el tercer jugador que logró ganarle una final sobre polvo de ladrillo a Nadal. Los otros que lo habían conseguido fueron ni más ni menos que el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.
Fue la primera consagración de ‘Cebolla‘, que había perdido la única final ATP que disputó, en San Petersburgo 2009, frente al ucraniano Sergiy Stakhovsky por 2-6, 7-6 (8) y 7-6 (7).