Se completó el cuadro de semifinalistas en la edición 2025 de la Copa Argentina y para River Plate tuvo sabor a alivio después de la eliminación en la Libertadores y del mal paso en el Clausura. Con un gol de Maxi Salas, antes de los cinco minutos de partido, el Millonario logró avanzar al tramo decisivo al vencer por 1-0 a Racing Club y el jueves 23 de este mes, jugaría contra Independiente Rivadavia de Mendoza buscando otra final de un torneo que muchos ven como premio consuelo. Mientras que en la otra llave, Belgrano de Córdoba y Argentinos Juniors irán por su lugar en la final.
Un arranque soñado y necesitado por River marcó el inicio de la historia en el Gigante de Arroyito. Es que a los 4’ de partido, en el primer ataque a fondo, Maximiliano Salas tuvo su momento agridulce porque no perdonó a Cambeses para cumplir con la inexorable Ley del ex, abriendo el marcador y soltándole las riendas a un partido apasionante, de ida y vuelta. Le costó reacomodarse a la Academia tras ese golpe inicial. Tanto que casi regala otro gol cuando salieron mal del fondo, apuró Colidio, lo asistió a Salas y esta vez, Cambeses ganó el duelo. Ahí se terminó de despertar Racing y fue al frente. Crecieron los volantes, empezó a obligar Maravilla Martínez y le dio protagonismo a Armani. Es que el arquero Millonario tapó dos mano a mano contra el goleador académico y después, Martínez Quarta llegó a cerrarlo a Maravilla cuando parecía que llegaba el empate. Colidio tuvo la suya pero su remate se fue apenas por encima del travesaño. Se fue así una primera parte apasionante. Un clásico que entregó todo lo que prometía y que River se llevó por el oportunismo de Maxi Salas, más amado que nunca de un lado y más odiado que nunca, desde el otro.
Con todo lo que había entregado ese primer tiempo, era esperable un complemento del mismo tenor. Racing saliendo a buscar todo y River, esperando su momento y los espacios para terminar de resolverlo. Pero con tanto en juego, todo se desdibujó. Racing entró en zona de confusión, River se metió en ese juego trabdo y cortado y el partido se cayó al subsuelo de la mediocridad. Para colmo, a los 15’ las hinchadas decidieron hacer su show y con bengalas de humo terminaron por detener el poco juego que había por 10 minutos.
En el regreso al juego, Racing fue más voiluntad que nada. Rive decidió cuidar su ventaja y le metió mucha gente en el mediocampo para quitarle fluidez a la Academia. El tramo final no entregó mucho más que el alivio para un River que tuvo premio consuelo y ahora buscará la final de la Copa Argentina.

