Se terminó el sueño copero de Racing Club. Pero sin ningún reproche para hacerle a un equipo que dejó todo en la serie semifinal contra el Flamengo de Brasil. Es que en Avellaneda, en especial en el segundo tiempo, la Academia hizo todo para al menos empatar la serie e ir a penales pero la tremenda labor de Agustín Rossi lo dejó con las ganas para terminar empatando sin goles y quedar 0-1 abajo en el global. El Flamengo espera ahora rival del cruce Palmeiras-Liga de Quito para encontrarse el 29 de noviembre en Lima. En el inicio, los hinchas de la Academia recibieron al equipo ante un impactante recibimiento.
Dos estilos, dos modelos y un partido de Copa en serio. Eso entregaron en el primer tiempo Racing Club y el Flamengo. La Academia, con el corazón en la mano y dejando todo en cada pelota, intentó lo que puede hacer con lo que tiene. Directo, pelota larga, presión y juego aéreo. Del otro lado, Flamengo apostó al toque, la rotación, el cambio de ritmo y el juego asociado. Salió un primer tiempo emotivo, intenso, bien jugado. La primera de peligro la tuvo Luiz Araujo con un remate que se fue besando el palo de Cambeses. Racing respondió con un cabezazo de Conechny que Rossi sacó al corner.
Se hizo de ida y vuelta. Flamengo casi marca con Varela pero Cambeses tapó en enorme atajada. Tuvo una más el Mengao con Arrazcaeta pero el 1 de la Academia le sacó el gol con la cara. Racing fue y fue. Y casi en el final, lo tuvo muy cerca cuando Solari metió el remate apenas por encima del travesaño. Una primera parte emotiva, bien jugada. Con dos estilos, dos modelos que no se sacaron ventajas.En el complemento, Racing jugó y forzó el partido que quería jugar. Lo presionó más a Flamengo, no lo dejó moverse tan fácil y con eso lo llevó al error.
A los 11′ Gonzalo Plata fue expulsado en el equipo brasileño y nació el partido que todos querían en Avellaneda. Racing fue una tromba, con poco fútbol pero todo el corazón. Y claro, apareció Rossi -el ex Boca- para amargarlo. Agustín Almendra tuvo una clarísima, después Maravilla Martínez y siempre les ganó el arquero del Flamengo. En el final, con la desesperación de bandera, Racing tuvo una más en los pies de Vieto pero otra vez Rossi amargó a medio Avellaneda.
No le alcanzó a la Academia pero dejó todo. Controló, dominó y puso en aprietos a un gran equipo como Flamengo que vio peligrar todo en la revancha.

