El neerlandés Max Verstappen, tetracampeón con Red Bull, finalizó sexto el Gran Premio de España de la Fórmula 1, pero fue sancionado con diez segundos de la penalización por embestir al británico George Russell (Mercedes) a pocas vueltas del final y cayó al décimo puesto; antes había insultado a dos rivales y protagonizado una fuerte batalla con la Ferrari de Charles Leclerc.

Verstappen planeó una estrategia de tres paradas en los boxes para intentar sorprender a los McLaren de Oscar Piastri y Lando Norris, quienes finalizaron primero y segundo, respectivamente. En la vuelta 52, el europeo perseguía a Norris, pero fue molestado por Liam Lawson (Racing Bulls) y Oliver Bearman (Haas), quienes estaban rezagados y luchaban por el décimo puesto. Luego de ser demorado, el piloto de 27 años los llamó “idiotas” por la radio y les dedicó un gesto de desaprobación mientras manejaba.

La estrategia del corredor sufrió un golpe cuando el italiano Kimi Antonelli (Mercedes) se despistó y provocó un auto de seguridad que duró desde la vuelta 55 hasta la 60. En ese tiempo, Verstappen, al igual que todos sus rivales, ingresó a boxes, pero puso neumático duro, el más lento, ya que era el único nuevo que tenía a disposición.

En la relanzada, patinó y le abrió la puerta a Leclerc: el monegasco se puso a la par en la recta y le ganó la cuerda, pero no desaceleró e intentó doblar a la par. Sin embargo, terminó afuera de la pista y, visiblemente molesto, pidió la sanción para su rival por la radio. Russell iba detrás de ambos y hubiese superado al hombre de Red Bull, en caso de que este no se hubiese salteado la curva y regresado al circuito por una de sus escapatorias.

Con ambas maniobras en revisión, el desafío continuó. La escudería austriaca le pidió a su corredor estrella que dejará pasar a su rival para evitar posibles penalizaciones. No obstante, Verstappen apuntó directo contra Russell y provocó un fuerte contacto, aunque no excluyó a ninguno de la carrera. Por esa acción, el nacido en Hasselt, Bélgica, recibió diez segundos de sanción y fue relegado al décimo puesto.

Finalizada la carrera, el deportista de la fábrica alemana bromeó: “No sé qué pasó. Se confundió, quizás pensó que en vez de ser un piloto de Fórmula 1 era uno de un simulador. Merecíamos terminar cuartos”.

F1