A 17 años de la increíble historia del sanjuanino Nelson Madaf, encarcelado y acusado en 1992 por un crimen que nunca existió, el máximo tribunal de San Luis condenó al Estado de esa provincia a pagarle una indemnización por más de 340.000 pesos por los "daños y perjuicios" como consecuencia de los dos años que estuvo preso injustamente. Hasta se contagió de Sida en la cárcel. Madaf fue torturado y obligado a autoincriminarse, además de involucrar a otras tres personas, en un supuesto aborto realizado a su novia que acabó con su vida. A la chica la dieron por muerta porque estaba desaparecida. Ocho años después apareció en carne y hueso en Caucete. Es más, tenía pareja y 4 hijos. Recién entonces creyeron en la inocencia de Madaf, pero el daño ya estaba hecho.
El fallo conocido ayer fue dictado por el Superior Tribunal de Justicia de San Luis contra el Estado Provincial, el que ahora está obligado a pagar 349.639 pesos a Nelson Rafael Madaf, un sanjuanino de 39 años (nació en 9 de Julio) radicado en esa provincia. Esto viene por una demanda civil que inició a partir del drama que vivió tras la desaparición de su novia, Claudia Díaz.
Madaf tenía 20 años cuando empezó a salir con Díaz. La noche del 16 de octubre del 1989 ambos se encontraron y luego la jovencita (tenía 15 años) no quiso volver a su casa. Por miedo a que la castigara el padre, decidió escapar y sin que nadie lo supiera se vino a Caucete con un camionero.
Así comenzó esta historia casi de telenovela, que por descarte tuvo como protagonista a Madaf. La familia de Díaz denunció la desaparición de la jovencita y la policía tejió hipótesis hasta convencerse de que había un crimen. Madaf fue "como el pato de la boda". El 31 de enero de 1993 fue detenido y sometido a torturas, a tal punto que "confesó" que Claudia Díaz había muerto por un aborto y que habían enterrado su cadáver. Fue obligado a involucrar a Laura Godoy, compañera de Claudia; a la madre de esa chica, la enfermera Marina Garay, y al supuesto amante de ésta, el gremialista Luis Chávez. El juez puntano Néstor Ochoa metió presos a todos y les imputó el delito de aborto seguido de muerte. Llegaron a hacer excavaciones en búsqueda del cadáver, pero nunca apareció. Mientras los tres últimos imputados recobraron la libertad al tiempo, Madaf siguió preso durante 2 años (ahí se contagio de Sida) hasta que obtuvo la excarcelación por exceder el tiempo de detención sin condena. Igual quedó procesado, y con grave daño físico y psicológico por todo lo vivido.
Ocho años después, el 24 de febrero de 1998, Claudia Díaz fue encontrada por su madre en el Barrio Felipe Cobas de Caucete, San Juan. Estaba sana y salva, tenía pareja y hasta cuatro hijos. La noticia conmocionó a San Luis y puso fin al martirio de Madaf, acusado falsamente por un crimen que nunca existió.
El juez Ochoa luego renunció por un caso de pedido de coima y los policías que armaron la causa todavía no recibieron castigo. El Superior Tribunal de Justicia, en cambio, decidió condenar al Estado de esa provincia a pagar 349.639 pesos a Madaf por "las consecuencias dañosas de su proceder y derivadas tanto de la detención y procesamiento ilegal, como por la falta de investigación de los apremios denunciados y por los vejámenes inferidos al actor", según expresa la resolución.