‘Mi cliente va a declarar, va a colaborar con la investigación y va a aportar pruebas de que él sólo se limitó a mantener una atención normal, médico-paciente, con esta mujer. Según su relato, él la recibió en su consultorio porque llegó a preguntarle por su embarazo, pues le dijo que había tomado pastillas contraindicadas para su estado’. Según el abogado César Jofré, con esa versión, el médico ginecólogo y ahora exjefe de Ecografía del Hospital Rawson, Horacio Felipe de Arrascaeta, negará ante el juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz, cualquier vinculación con la durísima denuncia en su contra, que lo pone como sospechoso de practicar legrados en el consultorio del garaje de su casa en Aberastain 672 Sur, Capital.
¿Qué pruebas aportará? ‘Me dijo que ella llegó a consultarle el problema que tenía, que le hizo una ecografía y como no veía bien porque había tomado poca agua la citó para el domingo, que fue cuando lo detienen, a él en su escritorio y a ella sobre una camilla completamente vestida’, dijo Jofré.
A pesar de esa versión, los pesquisas del caso sostienen que la situación del profesional es complicada.
La principal prueba que lo compromete y también al otro detenido, la ahora expareja de la mujer Rubén Torres (26), es la propia versión de la denunciante, que el día del operativo, el último sábado, aceptó grabar todo con una cámara oculta en una mochila.
Además de la denuncia, los policías de Seguridad Personal cuentan con el video de esa grabación, el secuestro de medicamentos contraindicados para el embarazo y los elementos quirúrgicos que -se sospecha- usaba para los legrados.
Ahora el profesional tiene dos frentes de batalla: la causa penal por el supuesto delito de tentativa de aborto (es excarcelable) y otra administrativa para determinar si cabe o no aplicarle sanciones laborales. Oficialmente, desde ayer, dejó de ser jefe de Ecografía en el principal centro sanitario de la provincia, el Hospital Guillermo Rawson.
La denuncia que complica a Arrascaeta se originó en un punto delicado en la relación que la mujer mantenía con quien era su pareja, a causa de su embarazo, ahora de 10 semanas.
Ella declaró que desde un principio le aclaró al padre del bebé que lo quería tener. Y que él se negó, con el argumento de que ella no lo podía obligar a ser padre y porque además no tenía los medios económicos para mantener a la criatura.
Según la mujer, después de pensarlo y consultarlo con sus amigas, resolvió seguir el plan de su pareja para deshacerse del niño, pero paralelamente decidió también poner la denuncia y fingir que se haría el legrado hasta que llegara la Policía.