’El progreso de Camila es muy lento pero viene mejorando de a poco. Está en rehabilitación, hoy (por ayer) comenzó con la ingesta de líquidos (agua, yogur), responde preguntas, puede mover apenas su cabeza y sonrió cuando la visitó su bisabuela el domingo. En realidad, se puede considerar que ya está fuera de peligro y pasará a Intermedia en breve, tal vez el fin de semana’.
La alentadora frase proviene de la médica Patricia Delgado, jefa del servicio de Pediatría del CIMYN (Centro Integral de la Mujer y el Niño), donde la pequeña Camila Brusotti (8 años) está internada desde el último viernes 25 de octubre. Según la profesional, Camila seguirá por estos días en Terapia Intensiva por precaución y sometida a prueba con la ingesta de alimentos.
La mejoría de la nena podría acarrear, paralelamente, una ventaja para su padrastro, Pedro Oris (34) detenido en el Penal de Chimbas, sospechado de haber sido quien provocó el grave traumatismo de cráneo, que puso al borde de la muerte a la niña por un gran coágulo en su cabeza.
¿Por qué la ventaja? porque en base a la gravedad de la lesión se califica el delito. Así, no es lo mismo una lesión leve, que una grave o una gravísima, esta última configurada cuando, por ejemplo, se provoca un daño irreversible en algún órgano, dijeron fuentes judiciales.
Por ahora, hay versiones cruzadas sobre lo que pudo pasar. Oris aseguró en sus escasas declaraciones públicas, que quien golpeaba a la nena era su madre, Alejandra Ríos, vicedirectora del Colegio Saint Paul, y que le prohibía intervenir cuando la castigaba porque ella es su madre.
Ríos en cambio aseguró que, presionada por Oris, declaró en principio que su hija se había caído de un caballo. Y que incluso fue amenazada con un arma por este sujeto para que no lo delatara como autor de los malos tratos a los que sometía a la pequeña.
La mejoría de la nena es clave para la investigación, pues podría declarar y revelar qué fue lo que pasó.

