“Nosotros queremos que lo encierren, si es posible de por vida para que no salga de ahí a matar a nadie más’. Lo dijo ayer María Castro, esposa de Alberto Mallea, a una semana de que el hombre fuera asesinado de un tiro por el dueño del Parador Talacasto, Luis Lescano, en las Rutas 40 y 436, en Ullum.