El análisis de cada elemento de la escena y del crimen mismo, hacían suponer ayer a los investigadores que Rocío Villalón (16) se negó a participar de un trío sexual, y que quizá por eso fue asesinada a golpes y estrangulada dentro del auto de su supuesto novio el sábado en la mañana en calle 8 al Este de Lemos, Pocito, dijeron fuentes policiales.
¿En qué basan esa teoría? En el hecho de que la chica apareciera semidesnuda, con una pierna de su pantalón, su ropa interior afuera y sin una zapatilla. Para los pesquisas, esto parece demostrar que quizá accedió a un contacto sexual con su presunto novio Fernando Fabián Flores (22, alias ‘Gordo Néstor).
Las manchas de sangre en sus manos, los cabellos entre sus dedos y los restos de piel en sus uñas, son para los policías posibles señales de que, a renglón seguido, se defendió, por una circunstancia imprevista y no querida por ella. ¿Cuál? Tal vez la presencia de otro sujeto, el vecino de Flores, Luis Aguirre (23), a quien vieron partir con la pareja el sábado sobre las 6, luego de dejar a una amiga de Rocío en su casa.
La teoría del frustrado trío incluye otras evidencias, como la ‘huida y ocultamiento’ posterior de los sospechosos la noche del sábado: Flores se fue a Chimbas; Aguirre a la casa de una hermana, en Rawson.
Además, ambos presentaban lesiones en sus brazos. Flores habría admitido que se las produjo la misma Rocío, cuando él la atacó con golpes de puño y una botella (le arrancó un diente y le quebró otros cinco) antes de estrangularla. Aguirre dijo en cambio que se las ocasionó en su trabajo con hierros y chapas.
Un ADN en la sangre, los restos de piel de las uñas de la chica y los cabellos que tenía en sus manos, son claves ahora para revelar si Aguirre tuvo o no vinculación con ese homicidio, en el que jura no haber participado.