Faltaban unos minutos para las 11 de ayer cuando Rosa Díaz (42) y sus hijos entraban en una situación de franca desesperación, al ver que todo lo que tenían en su casa y la misma construcción, una vieja casona en Libertador al 7621 Oeste, en Marquesado, Rivadavia, sucumbían sin remedio a un incendio devastador. El siniestro destruyó prácticamente toda la vivienda y no se propagó a otra contigua, por el accionar de Bomberos, de la Policía y voluntarios de Chimbas, y el apoyo de camiones cisterna del municipio de Rivadavia.

Lo que siguió fue polémico, pues todo apuntaba al hijo mayor de Rosa, Jorge Eduardo Díaz, alias ‘Gorilón’, de 24 años, como el causante de ese siniestro que dejó sin casa a su madre y a sus hermanos, Daniel y Liliana, dijeron fuentes policiales. El cabo suelto del asunto, al menos hasta ayer, se concentraba en saber si había sido un descuido del joven lo que causó el desastre o un hecho intencional de su parte a raíz de supuestos problemas con su familia, precisaron los voceros.

Ambas situaciones fueron evaluadas en la Seccional 13ra donde Jorge Díaz, en principio, llegó en calidad de sospechoso trasladado por policías del Comando Radioeléctrico. Sin embargo la recolección de pruebas, terminó por reforzar la hipótesis de un accidente. Este diario quiso saber qué ocurrió pero la familia Díaz no habló.

Según la versión policial, el joven se habría quedado dormido con un cigarrillo encendido y fue ese resto de fuego en una habitación plagada de elementos combustibles (el dormitorio funcionaba también como depósito) lo que originó el incendio. Por esa razón, Jorge Díaz fue liberado, aunque ahora se espera el informe de Bomberos para determinar lo que realmente causó las llamas.

Dos mesas, sillas, una cucheta, una cama, tres bicicletas, tres lavarropas a paleta, dos heladeras, un modular, un aparador, 12 pajaritos en sus jaulas y otros muebles se destruyeron en tres ambientes.