
Hoy se cumplen 21 años de que la psicóloga María Rosa Pacheco (entonces de 34 años) desapareciera luego de ver a su mamá en un sanatorio céntrico. Tres días después su auto apareció quemado. Y un mes y 20 días después, parte de sus huesos fueron hallados en El Villicum, Ullum, pero nunca se supo quién o quiénes, ni por qué, terminaron con los días de esa profesional de manera tan macabra: según un médico que analizó los escasos restos, a la mujer le habían partido la cabeza, la descuartizaron, le extrajeron parte de sus piezas dentales y también los tejidos orgánicos de sus huesos, a los que luego sometieron a una fuente puntual de calor, que calcinó una parte y carbonizó otra.
En principio, la Justicia local sospechó de su marido, el ingeniero Juan José Balmaceda y su cuñado, Jorge Balmaceda, quienes pasaron 2 años 9 meses y 10 días presos. Se creía que decidieron eliminarla por una supuesta infidelidad, pero luego de un juicio ambos fueron absueltos por el beneficio de la duda.
Los Balmaceda Pacheco en cambio, siempre sostuvieron que no se investigó bien ni se profundizaron otras numerosas líneas de investigación que hubieran llevado tal vez al esclarecimiento del caso, que aún descansa en las sombras.