En la policía dicen que un llamado anónimo al 911 puso al descubierto la maniobra oculta y más sospechosa de ese hombre, que a bordo de una Rastrojero azul, simulaba andar recolectando cartones por el microcentro. La denuncia, con la precisión de un dardo, fue constatada por un grupo de policías del Comando Urbano alrededor de las 12.30 de ayer: al ser detenido y entrevistado por el sargento Natalio Carrizo y el agente Mario Rivas, el chofer de la camioneta entendió perfectamente por qué lo buscaban y enseguida entregó un paquete oculto debajo del asiento: era un envoltorio, que escondía otros cuatro bultos más pequeños con marihuana, por un total de 94 gramos.

Fueron policías del Departamento Drogas Ilegales quienes constataron la pureza de la ilícita mercancía y su peso. Y quienes se llevaron detenido al sospechoso, un sujeto identificado como Juan Carlos Tapia, de 35 años, que al momento de ser sorprendido viajaba con su concubina de 40 años y su hijo de 16, dijeron fuentes policiales.

El operativo se concretó en calle Rivadavia, entre Mendoza y Entre Ríos, Capital. Y enseguida provocó escenas dramáticas, porque Tapia habría dicho que el paquete era suyo y nada tenían que ver su mujer (estalló en lágrimas) y su hijo, precisaron las fuentes.

Tapia ahora será investigado por presunta comercialización de estupefacientes, hipótesis que no se descarta sobre todo por el pasado que registra el sospechoso, quien había sido sorprendido y detenido a causa del mismo problema por policías locales y federales, informaron fuentes de la investigación.