Primero se pensó que el homicida del ex boxeador Guillermo Romero era Víctor Vidal, pero la sospecha no superó la prueba del reconocimiento del sujeto por parte de testigos en Tribunales y quedó libre. Luego apareció otro testigo que reconoció en fotos a "El Llorón" Roberto Cornejo (el asesino del chofer de Casa de Gobierno Horacio Tenorio) pero en el Cuarto Juzgado de Instrucción no lo identificó y esa hipótesis empezó a derrumbarse. Ahora, en la mira del juez José Atenágoras Vega aparece un supuesto múltiple homicida, el salteño Marcelo Ismael Gallardo Soto (25 años) y más de un investigador piensa que la tercera es la vencida. Que Gallardo Soto puede ser quien ejecutó el supuesto encargo de un conflictivo vecino de Romero, Martín Camargo (aún prófugo) y disparó aquel balazo que atravesó el cuerpo del ex púgil en la puerta de su casa del barrio Colón, Santa Lucía, el pasado 6 de febrero, provocando su muerte el 20 de febrero.
¿Por qué sospechar de Gallardo Soto? por las fotos; otra vez los testigos del crimen señalan sin dudar a este fanático de San La Muerte (con su imagen tatuó su cuerpo) como el homicida de Romero y por eso el juez Vega pide su extradición a la justicia mendocina.
Gallardo Soto fue detenido en el barrio Enoé Bravo, Santa Lucía, el pasado 28 de marzo junto a Fabio Retamar (27). Fue después de un enfrentamiento, con tiros incluidos, que terminó con Gallardo Soto preso cuando intentaba escapar descolgándose desde una ventana con una frazada. Y con un tercer sujeto en fuga. Ese tercer sujeto habría sido uno de los Camargo.
Aquella vez la policía local supo que Gallardo Soto estaba implicado en dos homicidios en Salta y pasó a Mendoza porque allí lo buscaban también por el crimen de Ezequiel Colque (14 años), ocurrido en el barrio Lihué, Guaymallén, en un supuesto ajuste entre bandas (disparó de un auto a otro) la noche del 20 de marzo de 2010.
Días después alguien ligado al chico lo encontró en el mismo barrio antes que la policía y le dio un tiro que impactó en su ojo derecho. Gallardo Soto quedó detenido con custodia en el hospital donde su mujer, Romina Ochoa, le dio de beber algo al policía, lo durmió y lo puso en fuga, publicó el diario Los Andes.
Gallardo Ochoa fue detenido otra vez el pasado 12 de marzo en Las Heras, pero sospechosamente (y otra vez con la complicidad de su mujer y su padre) escapó de la comisaría 25.
Ahora, vendrá a rendir cuentas por el supuesto cuarto homicidio de su carrera delictiva.

