Un remisero de 31 años fue detenido ayer porque sospechan que, con su auto, quiso matar a un exconvicto a la salida del boliche La Llorona, en Desamparados, Capital. La principal hipótesis de la Policía ayer era que el chofer se negó a llevar a la víctima porque al parecer tenía un copón con bebida alcohólica. Que ese joven de todos modos se empeñó en subir y se le atravesó por delante. Que el conductor hizo marcha atrás, intentó esquivarlo y pasar por el lado. Y que en ese movimiento el joven volvió a atravesársele y ahí lo atropelló en el Renault Logan que conducía.
La suposición policial es que al arrollarlo el cuerpo se enganchó y por eso el remisero volvió hacia atrás y arrastró otra vez el cuerpo hasta que se desprendió.
El violento episodio ocurrió alrededor de las 5 de ayer sobre Perito Moreno casi en la esquina de Avenida Libertador. Y los protagonistas fueron el remisero Ricardo Sarmiento (31) y el exconvicto Juan de Dios Muñoz (29 años), que falleció en el hospital Rawson a causa de las graves heridas del impacto.
‘NO QUISO MATAR’
‘No es como dicen, él no quiso matarlo. No lo quiso llevar y se asustó porque el otro lo amenazó con un revólver, por eso aceleró y ahí se le enganchó el cuerpo. Eso nos dijo cuando llegó a la casa muy nervioso y en estado de shock, Ricardo (Sarmiento) no tiene ningún antecedente, en cambio el otro salió hace poco del penal. Nosotros lo trajimos a la Policía’, dijeron anoche los parientes de ese remisero, que el día anterior había entrado a trabajar con el dueño del vehículo.
‘TENÍAN PROBLEMAS’
“A nosotros nos dijeron que el chofer le dijo ’con vos está todo mal’ y ahí lo atropelló. Lo quiso matar. Juan de Dios tiene dos hijos y había estado preso por un robo porque había tenido problemas con dos remiseros y creemos que este pudo haber sido uno de esos remiseros”, dijo a su vez una pariente del joven fallecido, que vivía en Villa Hipódromo, Rawson.
Y agregó: “Para Guido, el padre, todo esto es un golpe terrible. Porque se le murió la esposa, luego su madre y ahora el menor de sus tres hijos, que era su regalón”.
INVESTIGACIÓN
Para los policías de la seccional 4ta, que no secuestraron ningún arma, la clave para esclarecer el caso está en los testigos, especialmente en los tres directos del hecho: una joven que iba con la víctima y otra pareja más.
Las dos parejas habían salido a divertirse y a la hora del violento hecho todos pretendían subir en el remís para volverse a sus casas.
Ayer, el juez de Instrucción Benito Ortiz encabezó una inspección ocular en el lugar del hecho, con sus colaboradores y el jefe de la seccional 4ta el comisario Rubens Bartol.
El caso fue calificado como homicidio.
