El hallazgo resultó raro: bolsas de arpillera con tierra y huesos de animales mezclados en su interior. Raro porque estaban en el fondo de un pozo usado alguna vez como aljibe de una vieja calera, un lugar en el que ahora celebran el "Belén Viviente", a unos 500 metros del complejo San Ceferino, en San Martín. Raro también porque la médica legista se quedó con la duda en dos de esos restos, similares a omóplatos humanos, y algunos pelos, dijeron fuentes policiales. Ahora, esperan que un experto establezca si en realidad son o no de una persona.
Ese saldo dejó ayer el segundo día de búsqueda del caucetero empleado público y propietario de una flota de camiones Adolfo "Gogo" Ruíz (desapareció el 24 de setiembre del año pasado) en los lugares señalados por la testigo menos pensada: Mariela Gutiérrez (21) acusada de participar con su concubino, Rodolfo Antonio Angulo (51) en el crimen de la ex pareja de la joven, Alejandra Bolaños (42), una jornalera que desapareció el 29 de julio pasado y apareció el lunes enterrada en una fosa de calle Enfermera Medina, Caucete, cercana al límite con San Martín.
Precisamente por una confesión de Gutiérrez se había descubierto el crimen de Bolaños, pero entonces los policías de la seccional 9na. supieron algo más: la versión de la joven que señalaba a Angulo como autor de una amenaza en su contra muy particular, ya que esa vez le dijo que correría la misma suerte trágica que Ruíz y hasta le señaló los posibles lugares donde supuestamente lo había enterrado.
Por ese testimonio fue que el jueves buscaron en un depósito de agua de una finca donde trabaja Angulo, sin éxito, y también en una quebrada arenosa donde está la gruta de "San Cono", en San Martín, en la que hallaron una bolsa de arpillera y gusanos. Allí ayer usaron una retroexcavadora y realizaron dos grandes excavaciones y otras menores, pero no hallaron nada.
Distinto resultado dejó el paso inicial, la búsqueda en un pozo de unos 12 metros de profundidad por 1,5 de diámetro, que estaba al descubierto al momento de la desaparición de Ruíz y que recién en diciembre fue cubierto con una pesada tapa de cemento.
De ese lugar, un grupo de Bomberos rescató un total de 6 bolsas de arpillera rellenas con huesos y tierra, algo que para los investigadores parecía tener una explicación: "A lo mejor son restos de animales sacrificados en algún ritual, acá es bastante difundida la práctica de supuestas brujerías", dijo un jefe policial.
"Nosotros queremos que mi papá aparezca vivo pero no podemos descartar nada, hay que buscarlo por todos lados", dijo Daniel Ruíz (hijo de Gogo) que llegó al lugar con su hermano Alfredo para interiorizarse de la búsqueda que, al menos por ayer, terminó con otro interrogante.

