Al poco rato de que ocurrió el accidente, las autoridades del Plan Nacional del Manejo del Fuego ya estaban en conocimiento. "Me acaban de avisar, y estoy preocupado por lo que sucedió. No tengo información ni detalles de cómo fue, pero en estos casos interviene lo que se llama la Junta de Accidentes para hacer las pericias. Se supone que la nave estaba en condiciones, o si no no estaría volando. La verdad es que no sé qué pudo haber pasado", dijo ayer tarde Carlos Heider, coordinador de la Región Centro de ese organismo, dependiente del Gobierno nacional.

El funcionario, que tiene su centro de operaciones en Córdoba, explicó que hubo otros accidentes con este tipo de naves. "No son aviones viejos. La avioneta de San Juan debe tener entre 10 y 15 años, supongo. Un motor Piper puede tener hasta 50 años. La vida útil de una nave no depende de los años, depende de las horas de vuelo y el mantenimiento. Depende del trabajo que hagan, y cada tanto se lo para, aunque no le haya pasado nada, para revisarlo y cambiar lo que sea necesario. Todo eso está estipulado en un manual de procedimientos que se debe seguir y respetar. Puede ser una falla de la máquina y depende de la altura que agarre. Puede ser un problema meteorológico, o una falla humana. La verdad es que no puedo arriesgar ninguna hipótesis hasta que no sepamos el resultado de las pericias de la Junta de Accidentes", explicó.

También comentó que el trabajo en estas naves es de alto riesgo durante los incendios. "En este caso no sé que estaba haciendo el piloto, pero cuando hay siniestros existe peligro en cada vuelo. Hay que pensar que es una actividad peligrosa, porque se vuela bajo y en un medio atmosférico o meteorológico viciado. En otros casos pueden haber impedimentos como cortinas de aire o una cortante de viento. La verdad es que pueden existir distintos factores", afirmó Heider. Por otro lado, estimó que ese avión cuesta entre 400.000 y 500.000 dólares, lo que ahora se traducen en pérdidas porque el avión terminó destrozado.