Once policías de la localidad santiagueña de Frías fueron detenidos ayer en el marco de la investigación por el crimen del agente Jonatan Barreda, ocurrido el 5 de enero pasado. El policía fallecido apareció con un tiro en la cabeza, tras un operativo en el campo. Le dispararon con su propia arma, pero él no tenía rastros de pólvora en sus manos.