En todo momento, Gabriela Macarena Nuñez (29) buscó ocultar su rostro de los flashes y las cámaras. Y se mostró distendida mientras cruzaba alguna sonrisa con su defensora. Está libre a pesar de que en el futuro las cosas pueden complicársele. Es que ayer, un juez y las partes depuraron las pruebas que se ventilarán en el futuro juicio que la tendrá en el banquillo. Y durante le trámite de esa audiencia que sirvió para cerrar la investigación y pasar el caso para que un tribunal haga el juicio, el fiscal Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal Francisco Pizarro anticiparon que buscarán que Nuñez sea condenada a 15 años de cárcel. El delito que Fiscalía le imputa a Nuñez es homicidio preterintencional agravado, porque la mañana del 2 de octubre del año pasado mató de un ladrillazo en el costado izquierdo de la nuca a quien había sido su pareja hasta cinco meses antes de aquel trágico fin y con quien tuvo dos hijos, Gonzalo Martínez (25). El abogado de la familia de la víctima, Gustavo de la Fuente, adhirió al planteo fiscal.

La defensa de la acusada insiste en que mató a su ex en estado de emoción violenta. Ese delito atenúa el castigo.

Quien volvió a mostrarse en desacuerdo fue la abogada María Noriega, quien sigue sosteniendo que su clienta mató a Martínez en un estado de emoción violenta, es decir durante un lapso de descontrol en el que no tuvo conciencia de lo que hacía. Es que, según la propia acusada (que es madre de 4 chicos) siempre la golpeó y abusó de ella. Y aquella vez, Martínez había llegado hasta su casa alrededor de las 5,30 y se metió de prepo, sin importarle que ella estuviera con su nueva pareja.

De hecho, ese joven, Marcelo Roca (20) ligó la furia de Martínez, quien no dudó en golpearlo con una botella y lastimarlo en una pierna cuando se rompió.

Luego del ataque, Martínez se armó un porro (en él y en la acusada detectaron restos de estupefacientes) y se quedó a dormir. Casi tres horas después, cuando ya se aprestaba a subir a un remís para irse, ella lo hizo bajar para que se llevara su campera y fue ahí que volvieron a discutir. Y cuando él giró para subir al auto, ella le lanzó un trozo de ladrillo que impactó certeramente en su nuca y lo sentenció, pues ya no pudo volver a levantarse.

Al comienzo de la investigación, la mujer fue detenida, sospechada de cometer un homicidio doblemente agravado. Pero un mes después un juez la liberó, entendiendo que pudo matar en estado de emoción violenta.