Se mostró arrepentido. Cuando el juez de Garantías Diego Sánz confirmó con su sentencia que convalidaba su decisión de cumplir una pena de 3 años en la cárcel de Chimbas por causar la muerte del pequeño Benjamín Silva (8 años) en un accidente, Walter Ezequiel Sigalat (28 años, albañil) movió la cabeza en signo de negación, resignado. Instantes después, era esposado para pasar a cumplir su castigo. En principio, deberá pasar casi 7 meses más detenido (estuvo un mes y días preso luego del hecho pero fue excarcelado), pues en las condenas de 3 años de cumplimiento efectivo, alcanza con 8 meses de encierro para conseguir la libertad condicional.

Por otro lado, otro conductor que causó una tragedia, en este caso con dos muertos, buscará acordar hoy en otro juicio abreviado una condena de cumplimiento condicional (ver nota vinculada).

Volviendo a la causa por la muerte de Benjamín Silva, el juez también ratificó la decisión del fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales Adrián Riveros y el ayudante fiscal Francisco Pizarro, de desligar para siempre con un sobreseimiento a Diego Pérez (defendido por Gustavo de la Fuente), el otro implicado en ese choque ocurrido minutos antes de las 2 de la mañana del 11 de julio del año pasado.

Ese día, ambos conductores manejaban ebrios. Pero en el caso de Sigalat, la situación era mucho más grave: tenía 1,26 gramos de alcohol en sangre (al momento del hecho pudo ser de 1,75), circulaba en contramano, sin luces y encima quiso fugarse. De hecho, fueron los vecinos quienes impidieron que se fuera a pie, porque el auto que guiaba, un Renault Clío, no podía avanzar más por una rueda destrozada.

Por todos esos agravantes Fiscalía le imputó un homicidio culposo agravado. Y además de la condena efectiva, acordó con el imputado y su defensor Maximiliano Páez Delgado, que el juez le aplique 6 años de inhabilitación para conducir vehículos.

Aquel trágico domingo, Sigalat había terminado de ver un partido de la Selección Argentina e intentaba volver a su casa bastante ebrio y sin tomar ninguna precaución por la calle Santa Rosa hacia el Norte, es decir en contramano. Su manejo fue considerado altamente imprudente, porque además viajaba sin luces. Y ocurrió lo previsible: chocó al Ford Taunus de Diego Pérez que transitaba hacia el Oeste por Félix Aguilar, en Rawson.

Sin embargo el desenlace del siniestro fue mucho más desgraciado, porque cobró la vida de un inocente. Tras el impacto, el Taunus de Pérez salió despedido hacia la vereda y nada pudo hacer para evitar que impactara contra una pared, justo donde estaba Benjamín esperando para cruzar hacia su casa luego de jugar con amigos. El niño quedó aprisionado y sufrió heridas tan graves, que en un centro de salud de Rawson nada pudieron hacer para salvarlo.