"Lisa y llana" fue la absolución que solicitó ayer la fiscal Marcela Torres para Diego "Pollo" Ochoa. Su defensor habló de apremios ilegales.


La jueza Silvia Peña Sansó de Ruiz (Sala I, Cámara Penal) absolvió ayer de culpa y cargo a Diego Alejandro Ochoa (23 años, alias "Pollo"), luego de que la fiscal Marcela Torres le solicitara desligarlo "lisa llanamente" de dos delitos por los que estuvo preso 170 días: la tenencia ilegal de un arma de guerra (un revólver calibre 38) y daño agravado (por romper un patrullero). La fiscal entendió que no hubo certeza para mantener la acusación inicial y condenarlo, a causa de las enormes "desprolijidades y contradicciones" de una decena de policías que participaron en su detención, el 2 de abril de 2016 en Caucete.

Ochoa y su familia son gente del ambiente delictivo para los policías de Caucete. Y la causa por la cual ese joven estuvo preso (luego de 170 días fue excarcelado) se basó exclusivamente en una decena de testimonios policiales. Pero para la Fiscalía tan contradictorios fueron, que dejó a criterio de la jueza ordenar alguna investigación, aunque la magistrada puso copias para iniciar alguna acción a disposición de Fiscalía o el defensor de Ochoa, Gabriel Silva, que ayer criticó duramente a los uniformados cauceteros, calificándolos de autores de apremios ilegales y no sólo con su cliente.

Ochoa dijo que esa mañana él llamó al 911 porque unos rivales del barrio Industrial le tiroteaban su casa en el barrio Guayamas. Y que al llegar los policías no lo dejaron explicar la situación, lo detuvieron a golpes y le dieron un tiro con balas de goma en una pierna. También dijo que golpearon a otros parientes y que nunca le secuestraron un arma.

Los policías en cambio dieron una versión opuesta, pero no uniforme. Así, uno de ellos habló de que había 25 o 30 personas con tres armas de fuego y cuchillos. Otros hablaron de 4 o 5 y de que un hermano de Ochoa dañó el patrullero. Ninguno supo describir cómo era el revólver calibre 38 incautado. Y el perito que analizó esa arma dijo que no era apta para el disparo, pero después aseguró que sí.

La fiscal puso especial énfasis en el oficial Ibáñez, pues, entre otras contradicciones, en su primera versión dijo que lo apresó en un cañaveral y durante el juicio aseguró que la detención ocurrió en el baño de una casa.

"El tumulto fue provocado por los mismos uniformados (...) no resguardaron la integridad física de todas las personas y la seguridad pública", dijo la fiscal.


Ochoa dijo que él llamó al 911 porque tiroteaban su casa y se lo llevaron preso a él