Mendoza, 14 de diciembre.- Una de las hipótesis que manejan los investigadores como posible detonante de la tragedia de Las Heras es una situación de abuso sexual entre los dos niños y la madre.

"Está contemplado como una de las hipótesis del crimen que haya existido una situación relacionada con algún tipo de abuso sexual pero eso es algo que no está confirmado", indicó una fuente de la investigación que dijo que "ahora se debe esperar los resultados de las pericias del Cuerpo Médico Forense y de Policía Científica.

"No se descarta nada. Si hubiese existido algo así debería salir en la necropsia de las víctimas", indicó.

De esta manera, los investigadores están a la espera de la totalidad de los estudios, análisis, pericias e informes. Mientras, la Justicia por intermedio del fiscal penal de Menores Gustavo Farmache, sigue buscando desentrañar "este rompecabezas", como él mismo calificó este hecho, considerado como el más violento ocurrido en la provincia en los últimos años.

Paralelamente las que circulan entre amigos de la familia y vecinos son incontables versiones que, curiosamente, tienen un denominador común y están referidas a la conducta "violenta" que habría tenido el menor víctima, Ezequiel Miguel (10).

Una vez ocurrido el crimen, algunos allegados a la familia explicaron que "golpeaba a su mamá adoptiva", Mónica (49), que también terminó asesinada la fatídica noche del jueves.

Además, vecinos de la casa de San Pedro al 1900, de Las Heras, confiaron a Los Andes que Sara García (84) y Alí Miguel (80), quienes completan el cuádruple crimen, muchas veces cerraban la puerta del dormitorio con llave "porque temían los ataques del nieto". Y otra mujer de la zona recordó que en una oportunidad fue necesario "intervenir" para que el niño dejara de pegarle al abuelo.

La Justicia

Mientras tanto, la Policía Científica continúa analizando las pruebas obtenidas en la escena del crimen, como ropa, marcas de zapatillas, rastros de sangre ubicados en las paredes y piso, además de analizar los cuchillos secuestrados, uno de los cuales apareció roto.

También se realizaron pericias sobre los teléfonos fijos y celulares de todos los miembros de la familia, tarea que además incluyó los utilizados por la abuela del chico que está alojado en la Dinaf y que fuera quien denunció, inicialmente, la matanza por parte de Ezequiel y que, horas después, reconociera ante la fiscal Claudia Ríos, que él había matado al otro niño en un acto de "legítima defensa" (palabras textuales), tras lo cual salió corriendo.

Pero como la puerta de calle estaba con llave debió saltar la pared del fondo y así llegar a su casa, ubicada enfrente al lugar donde había ocurrido la tragedia.

Mientras tanto, en la víspera, este menor fue trasladado hasta el hospital neuropsiquiátrico Carlos Pereira, donde se le comenzaron a realizar diversos estudios sobre conducta, psiquiátricos y psicológicos tarea que estuvo a cargo del personal especializado en el trato de menores del Poder Judicial.

Y si bien el fiscal Farmache no volvió a hablar sobre los avances de su trabajo, vale recordar que ante Los Andes, anticipó una tarea de, por lo menos 10 días, para obtener alguna aproximación a los hechos que permita descubrir la verdad de lo ocurrido. Y para ello aún faltan varios días.