Una mujer y su expareja decidieron ayer que lo mejor era admitir su responsabilidad en los delitos sexuales que les atribuyen contra dos nenas hijas de la acusada (una sufre un retraso madurativo). Y, ante el tribunal de la Sala I de la Cámara Penal, ratificaron un acuerdo de juicio abreviado con el fiscal Gustavo Manini, en el que aceptan recibir duros castigos: 13 años de cárcel para él y 11 para ella, dijeron fuentes judiciales.
Ahora, los jueces Raúl José Iglesias, Juan Carlos Caballero Vidal y Silvia Peña Sansó de Ruiz, resolverán si aceptan ese planteo y, de ser así, qué pena imponen. Deberá ser igual o menor pero nunca mayor a la acordada entre el fiscal y los acusados a través de sus defensores, Ismael Hidalgo (defiende a la mujer) Horacio Merino (a Saavedra).
A los sospechosos les atribuyen ser coautores de promoción a la corrupción de las menores. Y sólo a Saavedra, el abuso sexual agravado y reiterado. La escala de penas para esos ilícitos varía entre los 10 y los 15 años de cárcel.
Todo se descubrió el 31 de agosto de 2012 cuando una docente de una escuela especial de Capital, descubrió en el teléfono celular de la mayor de las víctimas (una nena con retraso madurativo, por entonces de 13 años) fotos de genitales masculinos y a un hombre, Saavedra, besando en la boca a esa nena.
El relato de las nenas ante un psicólogo confirmó luego que, además de los besos, ese mismo sospechoso manoseaba a las niñas en sus partes íntimas o las veía cuando se duchaban. Los pesquisas también sospecharon que las niñas pudieron haber visto a la pareja en actos de contenido sexual.
Aquella vez, a la captura de Saavedra le siguió la de la madre de las niñas, quien siempre insistió en su inocencia y en el supuesto hecho de que los besos y las caricias de su ahora expareja se dieron en un contexto muy alejado al abuso sexual.

