Era casi las 19,30 del 23 de enero del año pasado cuando los policías llegaron en busca de una sospechosa de 25 años, señalada como partícipe en la sustracción de un celular. No la encontraron cuando un familiar les permitió entrar a esa casa de dos plantas del barrio La Capilla, en Concepción, Capital. Tampoco hallaron el celular. Pero en el allanamiento se toparon con una escena estremecedora: al levantar una cama de dos plazas en un dormitorio muy sucio de la planta alta, hallaron una nena totalmente desnuda y con una gran cantidad de moscas en su cuerpo, sobre todo en su rostro. Algunos pensaron que no vivía, pero cuando se le acercaron notaron que respiraba y sólo dormía. Entonces la criatura pareció despertar, pero se acomodó contra una pared y siguió durmiendo. En eso llegó su mamá y aseguró que la nena tenía 3 años, que ella estaba en el cumpleaños de un familiar y que tenía otra hija, de 5 años, que estaba con su mamá. Marcharon todos de apuro al hospital Rawson, porque personal de la Dirección de la Niñez no llegaba y ya los habían empezado a atacar a pedradas, según el expediente. Cuando las autoridades sanitarias revisaron a la nena, notaron que tenía una vieja quemadura en la pierna izquierda, que pesaba bastante menos que los nenes de su misma edad y que, además, estaba llena de piojos.

La joven llegará a juicio libre. Por decisión judicial, no tiene la custodia de sus nenas

Su joven madre (no identificada para proteger a las menores) entonces quedó involucrada en otra causa penal además del hurto por el que habían ido a buscarla: abandono de persona agravado por el vínculo. Y a pesar de que en principio quedó presa, luego un juez la excarceló porque el delito y la situación procesal de la sospechosa lo permitían.

Durante la investigación, una encuesta vecinal sirvió para instalar la versión de que la joven salía a prostituirse, que en su casa se realizaban "juntaderas" en la que no faltaban el alcohol y las drogas. Y que además de sus niños, habían otros más en la vivienda, hijos de una hermana, que también fueron puestos a disposición de la Justicia de Menores cuando se supo que esos chicos andaban prácticamente todo el día en la calle.

Toda esa evidencia fue clave para que la joven terminara procesada y sea acusada formalmente por abandonar a su propia hija. Por decisión judicial, esa nena y su hermanita ya no están más al cuidado de la acusada y fueron puestas bajo la tutela del Estado, dijeron fuentes judiciales.

Ahora, la joven llega a juicio pero todo indica que no irá a un juicio común y aceptará su responsabilidad y también un castigo. El próximo jueves ratificaría ante el juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h) un acuerdo de juicio abreviado firmado con su defensor Juan Manuel Vargas y la fiscal Marcela Torres, precisaron.