El juez de Instrucción Guillermo Adárvez recibió el resultado de una pericia psicológica clave para el futuro procesal de Mario Salas, miembro de la Unión Ciclista Internacional y vicepresidente de la Federación Argentina de Pista y Ruta. Según fuentes judiciales, ese informe concluye que ‘no miente ni fabula’ la joven comisario deportivo mendocina que acusó a Salas de abusar sexualmente de ella entre la noche del 12 y la madrugada del 13 de abril pasados, cuando compartían una habitación de hotel en Capital.

Es más, en el informe se especifican indicadores de lo ‘traumática’ que resultó esa situación para Gisel Agüero (24 años, empleada en la Secretaría de Deportes del Gobierno mendocino), al punto de renunciar, como comisario deportivo, a la Federación Argentina de Pista y Ruta, dijeron las fuentes.

Con ese resultado, el juez resolverá el pedido de Salas para no quedar detenido en caso de ser indagado, algo probable porque no hubo violación. Días atrás, el dirigente realizó ese planteo a través de su defensor Ricardo Moine, quien intentará demostrar que su cliente no cometió ningún delito.

Salas y Agüero se habían conocido seis años atrás. Según la denunciante, en abril pasado el encumbrado dirigente invitó a su ‘amiga’ a ser parte de la fiscalización en el Campeonato Argentino de Ruta que se realizó en San Juan. Ella no había sido citada por la organización, pero Salas hizo la excepción y la incluyó para ser parte del control antidoping en damas de las categorías Sub 23 y elite.

El único inconveniente -según la denunciante- era el hospedaje, pues Salas le dijo que debían compartir una habitación con camas separadas, asegurándole que no se hiciera problema porque la respetaba como amiga.

En su relato, la joven mencionó haberle dicho a Salas que podía alojarse en casa de unos amigos o que la cambiara a otra habitación, pero que el dirigente insistió en que no se preocupara.

Sin embargo cuando estuvieron a solas y ella leía el reglamento acostada, Salas comenzó a llamarla. Al llegar le pidió que se acostara con él, pero no lo hizo y volvió a su cama. Y allí se le apareció Salas, en calzoncillo y remera pidiéndole un ‘favor de amigos’, hasta sacarse la ropa interior, insistir, manosearla y desistir, por la resistencia de Agüero, precisó. La joven aportó también los mensajes que por teléfono le envió Salas luego del traumático momento.