El empresario caucetero acusado de abusar de una empleada de su bar zafó de seguir preso. Ayer, la jueza Gema Guerrero adhirió al pedido del defensor Leonardo Villalba y liberó a Jair "Coco" Ibañez (34), pero no todas fueron buenas para él pues el fiscal Roberto Ginsberg le imputó un delito más grave del que se suponía: para el fiscal, Ibañez intentó violar a la víctima y por eso solicitó a la jueza que abra la investigación por el delito de tentativa de abuso sexual con acceso carnal. Y pidió 6 meses de prisión preventiva, aludiendo que ese delito no permite la excarcelación y que el imputado podría fugarse o entorpecer la investigación. Pero la jueza le dio la razón a Villalba, que criticó la imputación de esa figura y remarcó que a lo sumo pudo haber existido un abuso sexual simple. El plazo para la investigación penal preparatoria fue fijado en 6 meses, término en el que el acusado debe cumplir una serie de medidas, como no acercarse ni contactar por ninguna vía a la denunciante.

Ibañez es dueño de "Baresco", en Rodríguez y Olmos casi Diagonal Sarmiento, Caucete. Ese bar funciona junto a "Juano Lomos", propiedad de Juan José "Calé" Escobar, presidente del Concejo Deliberante caucetero, quien le alquiló el patio contiguo al restaurante para montar el bar. La víctima (23) denunció en Cavig que a eso de las 3 del pasado 17 de septiembre, ella, Ibañez y "Calé" Escobar subieron al primer piso de "Juano Lomos" para evaluar si allí podían abrir un boliche. En la denuncia consta que en un momento Escobar bajó y que Ibañez se abalanzó sobre ella para besarla, la chica cayó al piso y supuestamente allí él intentó bajarle el cierre del pantalón. La denunciante afirmó que luego Ibañez sacó su miembro y se lo refregó por la cara mientras le pedía que le practicara sexo oral. Por consejo de su abogado, el imputado, que había sido apresado el domingo, no declaró.