Condenado. El albañil confesó en un juicio abreviado que había sometido sexualmente a su propio hijo cuando tenía 4 años. Acordó recibir 8 años y el juez le aplicó ese castigo.

Tenía 4 años el niño cuando su mamá decidió correr de la casa a su pareja, padre del menor (albañil, 33 años), porque la golpeaba. No hubo marcha atrás con la decisión pero los padres de él le pidieron no cortar el vínculo con el chico y como ella trabajaba mucho, resolvió que pasara tiempo con sus abuelos en su casa de Chimbas. No imaginaba que allí el niño pasaría parte de sus momentos más terribles: en enero de 2017, la mujer supo que un tío del nene (de 14 años) lo violaba. Lo peor sin embargo llegaría a oídos de la mujer el 17 de mayo, cuando al chico le reprochó un gesto detestable de su padre y entonces el niño estalló en llanto y le contó que, antes de su tío, su propio papá le había hecho lo mismo un día (calcula que en octubre de 2016) que lo llevó a la casa de la nueva pareja que tenía. Y que lo había amenazado con matar a su madre si decía algo.

Según el relato de la mujer en su denuncia (la realizó el 22 de mayo de 2017) cuando el chico le contó a su papá lo que le había hecho su tío, el albañil le dijo: "está bien, si ya sos p...".

Con el caso de la violación atribuida al menor poco se pudo hacer pues era inimputable para la ley penal. Sin embargo la investigación contra el progenitor del chico avanzó.

Lo detuvieron y en su defensa alegó que jamás podría haber sometido al niño a tan aberrantes actos, porque era su primer hijo, porque lo amaba y era incapaz de algo así. La madre del imputado también negó vinculación alguna con el delito, pues el niño había dicho que la mujer lo había curado con una crema. Es más, la abuela del chico cargó las tintas contra la mamá del menor.

Sin embargo el juez Martín Heredia Zaldo entendió que el delito había existido, porque los psicólogos le informaron que no mentía y su relato, por su estructura, era altamente compatible con el de un chico abusado sexualmente.

Esa y otras pruebas lo complicaron a tal punto, que al llegar a juicio en la Sala II de la Cámara Penal, decidió admitir que había abusado de su propio hijo a cambio de una rebaja de pena. Y así lo hizo en un juicio abreviado que acordó a través de su defensor, Alejandro Castán, con la fiscal Leticia Ferrón. Lo ratificó ante el juez Juan Carlos Peluc Noguera y su actuaria (María Rosa Barcellona) y el magistrado le impuso el castigo que aceptaba, 8 años de cárcel, dijeron fuentes judiciales.