La exploración de las grietas en el piso situadas en los alrededores de El Cerro Negro, con el descenso de personal de Bomberos en donde se pueda o la utilización de cámaras de video en lugares más complicados. Según fuentes judiciales, ese es el objetivo de los investigadores en un nuevo intento por dar con el cuerpo del alemán Andreas Colli (tenía 37 años, experto en montaña), desaparecido después del 14 de diciembre de 2002, cuando intentaba hacer un reconocimiento del cuarto pico más alto de América, el cerro El Mercedario, Calingasta, luego de haber escalado con éxito otro coloso, El Aconcagua, en Mendoza.

En la policía ya están al tanto de los planes del juez Leopoldo Zavalla Pringles (Primer Juzgado de Instrucción), pero ya anticiparon que esa misión deberá realizarse antes del 10 de mayo o ya en 2010: "Después del 10 de mayo empiezan a ser más complicados los temporales en la alta montaña", dijo un jefe policial.

En el juzgado admiten que el viaje se hará sí o sí, si no ahora cuando existan condiciones más favorables, a fines de este año y o en los primeros meses del próximo. Uno de los puntos a cerrar por estos días pasa por conseguir una o más cámaras de video, dijeron las fuentes.

Será la tercera vez que una comisión oficialmente designada por un juez viajará a El Cerro Negro, en la base del cual dos italianos encontraron la mochila con la mayoría de las pertenencias de Colli, intactas, a fines de diciembre de 2006.

El hallazgo se conoció porque un barrealino dijo a los pesquisas que su yerno tenía esa mochila con las cosas. Entonces el caso pasó a investigarse como una posible muerte violenta (la familia de Colli cree que lo mataron) y en febrero del año siguiente se envió una primera comisión que exploró los alrededores del cerro y ascendió parte del pico, sin dar con el cuerpo.

En marzo del año pasado el propio juez Zavalla Pringles encabezó otra expedición que actuó en forma más organizada y hasta ascendió aún más en El Cerro Negro, pero con iguales resultados.

Ahora la intensión es explorar las grietas, y para esa expedición se planea que en principio vayan policías de Bomberos, Geras, un sumariante, gendarmes, baqueanos, gente del juzgado y posiblemente representantes por parte de la víctima.

El juez Zavalla Pringles aún debe resolver también si procesa o no seis gendarmes y a un ex encargado del Hotel de Barreal, que están sospechados de encubrir un posible crimen de Colli. Esa hipótesis se basa en la teoría de un robo seguido de muerte, con incineración del deportista en los hornos del hotel, aunque en 2007 secuestraron cenizas de ese lugar pero expertos químicos de la policía federal no hallaron restos humanos. Una posibilidad latente, es enviar esas cenizas hacia Alemania, para hacerles un nuevo estudio de ADN.