El anciano no sospechó nada de ese hombre que llegó a su kiosco preguntando por el precio del Alikal. Lo curioso es que el mismo hombre volvió como a la media hora y dijo: "voy a llevar el Alikal y otros remedios más". Pero no alcanzó a terminar la frase, que el jubilado escuchó un estruendo en su dormitorio y, cuando fue a ver qué pasaba, descubrió cómo venía la mano. Un ladrón se había metido por el habitación, y el que estaba hablando con él por la ventana del negocio era el cómplice. Así daba comienzo el asalto contra ese abuelo de 73 años que fue maniatado y vivió dos horas de pánico el domingo a la noche dentro de su casa en Chimbas. Los asaltantes le robaron 2.000 pesos en efectivo, artefactos electrónicos y hasta 900 pesos en cigarrillos.
"No se iban nunca. Uno me decía que no haga el loco, que me iba a matar", relató Francisco Toledo, quien vive solo en calle Mendoza al 1204 Norte, frente al barrio Sarmiento, en Chimbas.
El primer delincuente llegó a las 22.30 a preguntar el precio de un Alikal y después se fue. Toledo no le dio importancia, pero a las 23 ese sujeto regresó al kiosco. Mientras distraía al anciano -que atendía por la ventana-, otro ladrón fue por el fondo y rompió la ventana de su dormitorio para entrar. "Escuché como un bombazo en la pieza. Cuando fui a ver, el tipo ya estaba adentro. Se me vino encima y me tiró al suelo", contó Toledo. Los ladrones le bajaron el pantalón. Le ataron las manos con un cinto y las piernas con un cable. En todo momento amenazaban con asesinarlo. Después lo desataron para que abriera una caja fuerte, de donde sacaron 1.500 pesos. También sustrajeron 500 pesos del kiosco, denunció la víctima. Toledo fue maniatado nuevamente y encerrado en el baño. Los ladrones estuvieron dos horas revisando todo. Al final escaparon con el dinero, con los cigarrillos, una filmadora, una cámara digital, un tensiómetro, un celular y tres relojes. También embalaron un televisor LCD de 42 pulgadas, una computadora y otras cosas, que no pudieron llevarse.

