Raúl "El Purruco" Antuña, el otrora delantero del Verdinegro y actual jugador de Gimnasia y Tiro de Salta, quedó procesado en la justicia acusado de matar a una anciana en un choque sucedido en una esquina céntrica de Capital en marzo del 2007. Aquella vez su auto impactó a una ambulancia que trasladaba a esa mujer, que a los días murió por las graves heridas sufridas en el accidente. Ahora, le achacan al futbolista el delito de homicidio culposo, es decir matar sin querer.
En la misma resolución judicial, firmada días atrás por el juez Eduardo Gil, se ordenó el sobreseimiento parcial del otro imputado, Alfredo Enrique Sosa, indicaron fuentes tribunalicias. Sosa era chofer de la ambulancia de Servicio Federal Salud, que también participó del choque. Con esto, el único que quedó como presunto autor responsable del accidente es el conocido futbolista Raúl Adolfo Antuña, de 36 años.
El 13 de marzo del 2007, pasadas las 16, "El Purruco" iba en su auto Peugeot 207 por calle Salta, de Sur a Norte. En ese momento, por General Paz transitaba la ambulancia guiada por Sosa, acompañado por el enfermero Francisco Díaz. Ambos, trasladaban a Claudia Oviedo y a su madre Josefa Moreno, de 78 años. Venían de Chimbas. Es que la anciana era hipertensa y se sentía mal, entonces la llevaban al Sanatorio Brown. Es más, en el camino, Moreno tuvo un ataque de tos y arcadas, de modo que prendieron las balizas y la sirena para apurar la marcha y abrirse paso, según el expediente. Cuando llegaron a Salta, la ambulancia recibió el impacto del auto de Antuña. El Peugeot dio un trompo, mientras que el furgón se fue al cordón y chocó contra un árbol. Dentro de la ambulancia todos resultaron golpeados, pero lo sufrió más Josefa Moreno, cuya salud se agravó por las heridas y falleció el 29 de ese mes.
El juez Eduardo Gil, del Segundo Juzgado Correccional, tuvo mucho que analizar.
Entre ello, los testimonios de cuatro personas que declararon a favor de Antuña y que fueron rechazados por fuertes contradicciones. Lo mismo que el primer informe forense, que fue descartado porque daba como causa de muerte de Moreno una insuficiencia renal. Eso motivo que convocaran al forense Alejandro Yesurón para un segundo informe, quien puso en evidencia que en realidad el deceso de la anciana había sido consecuencia de las heridas sufridas (tenía hasta fractura de la base del cráneo) en el accidente.
En el procesamiento, el juez Gil señaló que Antuña "actuó con imprudencia, violando las normas del tránsito, aportando de esta manera con su accionar la causa eficiente en el acaecimiento del siniestro, y convirtiéndose por ende en autor responsable del mismo". Si bien, en teoría tenía la prioridad de paso (el Peugeot iba por la derecha), el magistrado entendió que acá se daba la excepción por estar frente a una ambulancia y la situación se invertía. Era un servicio público de emergencia, iba en cumplimiento de una misión, traía a una paciente en clave roja (en situación de riesgo) y venía con las balizas y sirena. Por todo eso, consideró que Antuña fue culpable de la tragedia y lo procesó como presunto responsable de homicidio culposo y lesiones, además de trabarle un embargo de 50.000 pesos.