En jaque. El fallo de la Corte pone otra vez a Sebastián Merino (izquierda) como presunto autor de la violación de la hija del exdiputado Castillo.

 

 

La denuncia penal contra el juez Guillermo Adárvez por la supuesta falsedad ideológica y la confección ilegal de un acta policial para investigar la presunta violación, ya fue archivada. Un pedido para destituirlo, también fue desestimado. Y ayer la Corte de Justicia rechazó uno de los últimos embates judiciales por el supuesto proceder irregular del mismo juez: dejó en pie la denuncia del exdiputado bloquista Alfredo Castillo, por la "violación" que el 2 de abril del año pasado sufrió su hija de 36 años (paciente psiquiátrica) a manos de un joven que conoció por Facebook, Sebastián Merino (23). Este joven pasó 136 días preso hasta que en agosto de 2017, los jueces de la Sala II lo liberaron tras anular la denuncia de Castillo, por considerar que debió ser su hija y no él quien cumpliera ese paso, pues ningún juez la había declarado incapaz y tampoco estaba iniciado un trámite para considerarla como tal.

Sin embargo ayer los ministros de la Corte Adolfo Caballero, Guillermo De Sanctis y Ángel Medina Palá, adhirieron al reclamo de la parte querellante (la víctima representada por el abogado Miguel Dávila Safe) y de la fiscal Marcela Torres, para dejar en pie la causa por entender que Castillo debió denunciar, ya que en los hechos es su guardador, pues ella sufre serios problemas psiquiátricos a causa de sus problemas de alimentación y por el consumo de alcohol y drogas.

Y así, Merino volvió a quedar en la mira por presunta violación. Pero será otro tribunal (la Sala III de la Cámara Penal) quien resuelva cómo sigue la causa, que tenía otros planteos no tratados por la Sala II. También es probable que Adárvez ya no sea más el juez del polémico caso, pues podría apartarse (ver Cómo sigue el caso).

"Está debidamente probado que la víctima transitaba por un profundo estado de inestabilidad emocional, fragilidad psicológica, trastorno psicótico y vulnerabilidad manifiesta (…) De modo que la comparencia de su padre a denunciar para que el hecho no quede impune, tiene plena justificación desde la lógica, la sensatez y lo jurídico", dijo Adolfo Caballero en su voto, con adhesión de sus pares.

Según el ministro, tampoco se probó que la víctima no quisiera denunciar ni que haya sido obligada a hacerlo, pues de la causa se desprende todo lo contrario, pues firmó la denuncia junto a su padre, acudió al médico para ser revisada, declaró en Cámara Gesell y se mostró dispuesta a reconocer a su presunto agresor en una rueda de personas.

Merino y la hija del exlegislador se conocieron por Facebook en un momento en que ella, de 36 años, había empezado a salir de una clínica de internación psiquiátrica y era asistida por acompañantes terapéuticas. El 2 de abril, ella aceptó ir a la casa de él. Merino fumó marihuana, ella bebió vino y accedió bajarse los pantalones hasta las rodillas quedando boca abajo en un sillón. Y ahí sucedió el hecho polémico, denunciado al día siguiente en la Comisaría de la Mujer por el exlegislador, acompañado de su hija, que firmó en la misma sede policial dos días después.

 

Cómo sigue el caso

Cuando el juez Adárvez procesó con prisión preventiva a Sebastián Merino, atravesó una catarata de cuestionamientos, principalmente porque el abogado del imputado, Antonio Falcón, dijo que no era "imparcial" pues es amigo del exdiputado Castillo. Hasta agregó el acta donde este último figuraba como testigo del primer casamiento del juez. Pero Castillo negó ser amigo de Adárvez ("ni sé dónde vive", dijo) y el magistrado dijo que la ley establecía ese vínculo como causa para no intervenir, sólo cuando el juez es amigo de la parte interesada (la víctima). Y siguió interviniendo.

Ahora debería ser Adárvez quien resuelva un pedido de prisión domiciliaria para Merino, pues volvería a ser el juez del caso. Pero podría apartarse, a causa de las denuncias (la penal y ante el jury) y las múltiples críticas públicas de Merino en su contra.

Si esto sucede, la Sala III no tendría que resolver la recusación del juez por "amistad manifiesta" con Castillo. Pero tendrá que analizar la apelación de Fiscalía por el procesamiento contra Merino. La adhesión de Falcón a este planteo, más su reclamo de no excarcelar a su cliente y el cuestionamiento por tener como parte querellante a la denunciante.

Un punto a tratar por ese tribunal sería determinar también si Merino debe o no volver a prisión.