Falsos policías. Esa primera impresión les había dejado a los investigadores el asalto a mano armada que había sufrido el empresario Fernando Heredia (hermano del dueño del boliche "Luna Morena") en los primeros minutos del miércoles 16 de febrero pasado en el interior del barrio San Martín, en Capital. A los pesquisas les resultaba muy burdo que un policía usara su propio uniforme para simular un operativo de control de tránsito y llevar a su víctima hacia el lugar apropiado para robarle su auto Ford Fiesta 2001, un celular, unos 800 pesos y un maletín con algunos cheques y documentos. Sin embargo, la hipótesis menos pensada no fue dejada de lado y el video de una cámara que registró el paso del auto de la víctima y otro más detrás, un Ford Escort bordó en el que se movilizaba otro delincuente, los llevó sorpresivamente hacia dos policías, uno de los cuales resultó ser el dueño del Escort, dijeron ayer fuentes de la investigación.

La prueba de la filmación y las descripciones que proporcionó la víctima sobre sus asaltantes, finalmente inclinaron la balanza hacia la sospecha, y entonces el juez José Atenágoras Vega (Cuarto Juzgado de Instrucción) ordenó ayer a los policías de Robos y Hurtos al mando del comisario mayor Manuel Peña y comisario Carlos Vallejos, detener a esos policías, identificados como el oficial ayudante Lorenzo Andrés Trigo (último destino en la seccional 29na.) y el agente Jorge Villalón (último destino en seccional 20ma.), precisaron las fuentes.

Los investigadores concretaron la detención de Trigo en la casa de su pareja en el barrio Roque Sáenz Peña, en Santa Lucía. Cerca de ese domicilio, un día después del asalto, habían encontrado abandonado el auto de Heredia. Villalón fue detenido en su casa de Rawson; en ese departamento encontraron el Ford Escort bordó de Trigo, que había sido "ocultado" tras el asalto, precisaron fuentes de la investigación.

Fernando Heredia, empresario y mano derecha de su hermano, había sido abordado en los primeros minutos del miércoles 16 de febrero pasado en Sargento Cabral y Maradona, Capital. Ese día pensaba llegar a la estación de servicio de Salta y Circunvalación, cargar combustible y seguir viaje a su casa en Chimbas.

Pero entonces un vehículo que circulaba en sentido contrario, un Ford Escort rojo o bordó (describió aquella vez) lo obligó a detenerse, algo a lo que no resistió porque uno de los que bajó vestía una remera con la inscripción "Policía"' y además le mostró una placa para que quedara en claro que se trataba de un operativo policial.

Enseguida le preguntaron porqué no tenía las chapas patentes del auto y Heredia dio sus explicaciones, pero enseguida el uniformado se subió a su lado (Heredia no quiso dejar de conducir) y el supuesto civil en el asiento trasero, con la consigna de que partían hacia la seccional 2da. para terminar allí el operativo. Heredia no se resistió, pero cuando llegaron al barrio San Martín, quien viajaba detrás se bajó, cargó una pistola y le dijo a Heredia que se bajara porque a partir de allí tomaba el mando del auto. Y Heredia quedó ahí, de pie, sin auto ni plata ni celular ni cheques ni documentos.

Ahora, los policías detenidos están sospechados de cometer un delito grave que no es excarcelable.